Pascal

16 de Octubre del 2014 - José Manuel López García (Gijón)

Blaise Pascal es un filósofo y matemático que, aunque vivió en pleno siglo XVII, y murió a los 39 años en 1662 escribió obras esenciales desde una perspectiva filosófica y científica. Indudablemente, fue un pensador que vivió desgarrado entre la razón y la fe. Ya que su pasión por la matemática y por la ciencia no impidió que se interesase por los aspectos mundanos de la existencia, y por las cuestiones religiosas desde planteamientos personales ascéticos. Su precocidad se expresa ya a los doce años, porque reinventó una considerable parte de la geometría euclidiana. También construyó de joven una máquina calculadora para el cómputo de impuestos. Y la capacidad inventiva de Pascal se plasmó también en una red de transporte de personas para la ciudad de París.

Entre sus contribuciones a la física está el tratado publicado en el año 1651 Sobre el vacío. Descartes no estaba de acuerdo con la existencia del vacío afirmada por Pascal. Porque es cierto que Aristóteles ya había escrito que en la naturaleza no existe el vacío algo que es erróneo, pero que convenció al creador del racionalismo moderno a Renato Descartes.

En los Pensamientos de Pascal se aborda la naturaleza humana en toda su complejidad y problematismo. Porque la distancia entre el hombre y Dios es inmensa para este pensador francés. A pesar de ser un gran matemático Pascal no confía excesivamente en el poder de la razón para llegar a la esencia de Dios. La lógica de la razón es muy necesaria y útil en numerosos aspectos de la existencia, y en el campo de la realidad natural y humana, pero no soluciona las cuestiones vinculadas a la finitud. De hecho Dios se revela para Pascal como oculto, porque la razón no sirve para unir al hombre con la divinidad. El drama de la existencia se manifiesta en que el individuo es una caña pensante al que un vapor puede acabar con su vida. Si bien a diferencia del Universo que no posee conciencia de sí mismo, el sujeto viviente si sabe que está vivo, y se siente pensando ya que es autoconsciente, cosa que no sucede con el mundo o la naturaleza.

Aunque la contrapartida de la reflexividad del ser humano es la inquietud ante su propia capacidad de prever el futuro, algo que no ocurre con los animales ya que viven en un presente permanente. No es extraño que Pascal llegue a decir que el hombre es la única criatura que no puede estar sola en una habitación. La razón es que la falta de cultura y formación hace que un individuo se sienta abrumado, simplemente, por el hecho de ponerse a pensar o leer en soledad o en silencio. `

Pascal insiste en la relevancia de una lógica del corazón que alcanza intuitivamente conocimientos y saberes específicos. Sin que esto presuponga que la lógica racional no sea necesaria. El buen juicio y el corazón son para este pensador los dos órganos principales para poder conocer la realidad. No todo se puede fundamentar o probar y en este orden de cosas es en el que deben intervenir la intuición y la sensibilidad.

Pascal se hizo jansenista. El jansenismo destacaba la misericordia divina por encima del libre albedrío humano. Como escribe Robert Zimmer: «Para el jansenista Pascal la misericordia estaba en el centro de sus convicciones religiosas». Jansenius había seguido las ideas de san Pablo y san Agustín al indicar que el hombre no puede librarse por sí solo del pecado. Por cierto existió un enfrentamiento teológico del jansenismo con los jesuitas. En cualquier caso, aunque Pascal fue un ser religioso, y también realizó prácticas ascéticas una parte de su vida, también fue un hombre de mundo. La famosa apuesta pascaliana acerca de la existencia de Dios es una muestra más de su permanente y constante búsqueda del saber y de la verdad.

Cartas

Número de cartas: 46070

Número de cartas en Octubre: 8

Tribunas

Número de tribunas: 2087

Número de tribunas en Octubre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador