La presidenta que Asturias necesita
Si una persona totalmente ajena a la política asturiana hubiese visto, y oído, ayer el debate sobre el estado de la región seguramente sacaría las mismas conclusiones que yo. Primero, que frente a un Presidente agotado, macilento, sin un mínimo de energía o mordiente para "tirar del carro" de Asturias, la presidenta del Partido Popular, Mercedes Fernández, fue la única que trazó, con impulso y decisión, un camino de futuro para nuestra región. Después, que una persona como Francisco Álvarez-Cascos, poseída por sus demonios personales, obsesionado con molinos convertidos en gigantes, sería, junto con la extrema izquierda, la peor opción posible si el objetivo es enderezar el rumbo.
Lo fácil, como demostraron los portavoces de Izquierda Unida y del partido de Rosa Díez, habría sido limitarse a cargar contra un Presidente exhausto por la fortuna que escondía en el colchón el perpetuo referente del socialismo minero en Asturias, José Ángel Fernández Villa. Algo así como quien presume de victoria ante un boxeador sonado. Lo difícil, donde uno verdaderamente se jugaba el tipo ayer, era salir a debatir en positivo, con propuestas e ideas, ejerciendo una oposición responsable. Pensando, en definitiva, en los asturianos. Con una altura de miras que absolutamente nada tiene que ver con el punto en el que cada uno, según su estatura y volumen, sitúe los micrófonos.
En su intervención inicial y en las sucesivas réplicas al vacío discurso de Javier Fernández, la presidenta del PP de Asturias fue desgranando políticas posibles, acertadas, creíbles. Alejadas de las ideas grandilocuentes de otros, que viven absolutamente desconectados del pulso de la calle, del sentir de la ciudadanía. Recortar el sector público regional para poder rebajar la altísima carga fiscal que sufrimos los asturianos, administrar los recursos con inteligencia y transparencia para, por ejemplo, lograr la gratuidad de los libros de texto en la enseñanza obligatoria, o promover el desarrollo de una economía regional impulsada por la ciencia y la tecnología son algunas de las propuestas que, enunciadas ayer, se encontrarán en el programa electoral del Partido Popular asturiano. Y que, contando con la confianza de los asturianos, formarán parte del plan de gobierno capaz de sacar a nuestra comunidad del decaimiento.
Los ciudadanos, cansados de debates estériles y verdaderamente preocupados por construir un futuro en el que sus hijos y nietos tengan oportunidades para desarrollar su proyecto de vida, ya saben en quién pueden confiar. Porque Mercedes Fernández es la presidenta que Asturias necesita.
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