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La Lluera, a propósito de una innecesaria polémica

28 de Octubre del 2014 - Ángel de la Fuente Martínez (Oviedo)

El sábado 27 de septiembre de 2014 LA NUEVA ESPAÑA publicó el artículo “Visitar la Lluera, con guías profesionales”, firmado por don Miguel Polledo. A lo largo de cinco columnas, el miembro de la Asociación de Guías de Arte Rupestre GUIAR Prehistórica menciona mi nombre varias veces, por lo que sin pretender entrar en una absurda polémica, al menos por mi parte, me veo en la necesidad de zanjar este asunto detrás del cual, si se hace una lectura comprensiva, se identifica lo que subyace implícitamente. El pasado 10 de agosto de 2013 este diario publicó “La Lluera y el bien común” firmado por mí, pero no me consta que ningún miembro de esa asociación haya expresado su opinión al respecto. Aquí, sí que cabía manifestar la discrepancia. Ahora, a partir de un ejemplo que pongo para poner en valor los recursos endógenos con la finalidad de dinamizar el mundo rural, me encuentro que este señor aprovecha la ocasión para citar mi nombre reiteradamente sin venir al caso. El hecho de recurrir a mi persona en su argumentación me obliga a establecer las siguientes precisiones:

1.º Usted está en su pleno derecho de discrepar de uno de los argumentos que esgrimí en mi artículo “Las dinámicas recientes del mundo rural”, publicado por este periódico el día 30 de agosto de 2014. No hay nada más que hablar, ni nada tengo que decir respecto a su desacuerdo. Afortunadamente, vivimos en un país libre y las políticas totalitarias ya son historia.

2.º Citar mi nombre con cierta carga de sarcasmo cuando alude a los procesos selectivos para acceder a la función pública, a la calidad de la enseñanza y a la dotación de recursos humanos (personal docente) en las zonas rurales está fuera de lugar. Con usted ni comparto ni tengo que compartir ningún tipo de opinión en esas cuestiones. Sintiéndolo mucho, recurrir a este tipo de justificaciones nos recuerdan la plena vigencia del proverbio “por la boca muere el pez”.

3.º En relación con el sistema de acceso a la función docente no voy a entrar en algo que no viene a cuento, pero sí le digo que los buenos resultados del sistema educativo asturiano y su reconocimiento a nivel nacional son fruto del compromiso de la administración educativa durante estos años y de la profesionalidad del profesorado, ya sea de empleo interino o de carrera con mayor o menor movilidad, pese a soportar cinco años el sueldo rebajado, que no congelado, y habérsele aumentado el número de horas; pero este colectivo, excepciones, las menos, tiene muy claro su referente: el alumnado. El docente de vocación, condición imprescindible para el ejercicio de la docencia, está por encima de cuestiones de movilidad o similares. Señor Polledo, por si no lo sabe, los centros de las alas en esta comunidad son premiados por su trabajo a pesar de tener una plantilla sin consolidar por cuestiones obvias: su ubicación geográfica. Me parece que meterse en este tipo de cuestiones resulta cuando menos una temeridad, aunque verdaderamente el calificativo más idóneo es una osadía; supongo que es consciente con qué defecto va asociada la osadía.

4.º Respecto a la provisión de puestos de trabajo en zonas rurales, entendamos las comarcas orientales y occidentales de nuestra comunidad autónoma y a veces concejos que distan media hora de Oviedo, vuelve a ser en cierto modo imprudente porque desconoce que todos los años hay personas, más de las que se imagina, que renuncian a cubrir vacantes y sustituciones; pero no se preocupe, no hace falta subsanar esta cuestión buscando a lugareños versados porque la administración educativa dispone de los instrumentos necesarios para que en el menor tiempo posible ningún alumno quede sin atender como se merece.

5.º La expresión “sumar y dejar la resta para casos de extrema necesidad” es una expresión cuasi metafórica, que no ha sido capaz de comprender. Las personas que creemos en el diálogo y que sabemos escuchar apostamos por el acercamiento de postura y por la búsqueda de soluciones que sean lo más compatibles con las partes implicadas; en una palabra: si hay voluntad, siempre se puede llegar a la síntesis que se mueve entre la tesis y la antítesis. La bronca queda para quienes no participan de la búsqueda del consenso.

6.º La gestión de las cuevas Lluera I y Lluera II por parte de esas personas voluntarias, todas en posesión de una diplomatura y/o licenciatura, que además tienen competencia lingüística en lengua inglesa y francesa para explicar los grabados y el entorno de las cuevas si los visitantes así lo demandan, es transparente, no genera beneficios individuales y es un ejemplo de compromiso con el patrimonio por parte de un colectivo sin ánimo de lucro. La visita se completa con la explicación del paisaje, curso del río Nalón, terraza y llanura aluvial, vegetación, hábitat rural, ubicación y contexto histórico del castillo de Priorio y cuando se solicita se incluye una visita a la iglesia románica de San Juan de Priorio, singular por su tímpano y canecillos en los que la serpiente es un motivo recurrente, así como por su historia y añadidos con mayor o menor acierto.

7.º Sr. Polledo, simplemente le ruego que se abstenga de usar mi nombre y apellidos en aquellas cuestiones sobre las que no me he pronunciado. Defienda sus legítimos intereses, pero absténgase de mencionar mi persona como lo ha hecho aludiendo a mi condición de empleado público; no ha lugar. Simplemente olvídese de mí, no pierda el tiempo conmigo porque no pienso participar con usted en más contrarréplicas. ¿Sabe por qué?, simplemente porque no seré yo quien me vea reflejado en el proverbio “cuando el diablo no tiene que hacer, mata moscas con el rabo”. Eso queda para otros.

Ángel de la Fuente Martínez,

Oviedo

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