Hasta la vista
Desde este espacio que me brinda LA NUEVA ESPAÑA, al cual le estoy muy agradecido por haberme publicado durante varios años mis artículos, gracias desde aquí. Quiero despedirme de mis seguidores –lectores de mis artículos– por finalizar mi dedicación para ello por causas de pérdida de memoria. Aunque no es oficial ninguna enfermedad, lo voy notando día a día. Por este motivo y desde este medio de comunicación quiero pedir perdón por si algún lector se ha sentido ofendido por el contenido de mis escritos.
Soy un apasionado de la política, mi ideología es ser progresista, ya desde mi adolescencia, como han podido comprobar durante los años que me he dedicado a escribir. Siempre he sido un gran defensor de la clase obrera, y sobre todo de los mineros, que es lo que yo he sido en mi juventud, y muy contrario al capitalismo. Tengo 76 años, siempre he sido un gran luchador por conseguir una democracia, a los pocos más de veinte escribí mi primer artículo, que fue muy positivo, ya que el mismo periódico al que fue dirigido me llegó a felicitar, y que conste que no he llegado a ser ni párvulo de escuela en mi niñez. Luego, antes de cumplir los treinta, y por cierre de la mina en donde trabajaba, tuve que emigrar del país.
Exactamente, a Bruselas (Bélgica), donde he pasado treinta años; unos años que jamás olvidaré, por la educación, el trato y la acogida con se nos recibió. Una vez retornado y viendo las injusticias que había contra la clase obrera (más suaves que las que tenemos en la actualidad, que son brutalmente desproporcionadas en todos los ámbitos), he continuado escribiendo mis artículos, siempre llamando la atención a los gobiernos (aunque ya lo venía haciendo desde Bruselas). Hoy, aquí, en Gijón, soy un jubilado más, vivo con la compañía de mi fiel compañero y amigo “Rufo”, que es el que me da todo el cariño del mundo a cambio de nada. Él y otra persona muy ligada a mí son los que me miman, uno porque me obliga a levantarme de la cama, siempre correteando con su pelota en la boca (nunca se cansa de jugar con ella) y la persona haciéndome mis menús preferidos.
Gracias, muchas gracias a los dos.
Alfredo González Mateos,
Gijón
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