Nuestra querida Asturias
Recientemente se celebró en la Junta General el debate sobre el estado de la región. Uno de los temas abordados fue el del supuesto caso de corrupción del sindicalista minero José Ángel Fernández Villa. El asunto ya lo está investigando la Fiscalía Anticorrupción, pero se habla de un pacto para detener sus investigaciones. En este país, que yo recuerde, existen casos de corrupción desde 1992; y cada día hay más.
En Asturias, ante este suceso, tanto por la gravedad de la ocultación de los fondos como por el nombre del presunto responsable, la clase política se echa las manos a la cabeza y se centra en él, cómo no. Pero, por desgracia, suele prestar mayor atención a la actualidad española, dejando algo de lado un asunto tan prioritario y necesario para el mejor funcionamiento de nuestra comunidad como es la aprobación del Presupuesto regional, aun a riesgo de encontrarnos con otra prórroga presupuestaria.
Hace unos días, concretamente el 15 de octubre de 2014, aparecía en este periódico un titular que decía: “Asturias no tendrá quien trabaje en diez años”. Ha pasado ya una semana y nadie se ha pronunciado ante tal noticia. A mí, personalmente, me preocupa bastante. Es una realidad que aquí hay cada vez menos empleo. Desde hace años la gente joven tiene que irse de Asturias en busca de un futuro laboral. No se crea nada y por este camino será cada vez más inviable poder mantenernos por nosotros mismos. Esta situación se viene apreciando claramente durante los últimos tiempos en Asturias, aunque parece que a la clase política no le afecta. Si la ven, es evidente que no saben encontrar las soluciones oportunas. Pero, por favor, que los políticos piensen un poco más en los ciudadanos, pues ellos son quienes los legitiman para estar en su escaño.
Desde aquí, me gustaría pedirle a la clase política asturiana que se ponga de acuerdo en los principales temas que nos afectan a los asturianos, con miras a lograr la supervivencia de nuestra querida Asturias.
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