Salvemos la capilla del antiguo Psiquiátrico
En los antiguos terrenos que ocupaba el Psiquiátrico, situada al lado del nuevo HUCA, está la antigua capilla, que parece que no interesa al Principado, su actual propietario. Asistimos al deterioro progresivo tanto exterior como interior de este edificio que data de 1940 y que fue diseñado por el arquitecto Manuel Bobes, cuyo proyecto inicial se remonta al año 1926.
Con más de setenta años de historia, esta capilla guarda una “Última cena” con la que Paulino Vicente engalanó en 1961 el interior de la misma. Son muchas las personas –trabajadores, enfermos hospitalizados, pacientes– que acuden diariamente a las consultas externas y también familiares que acuden al centro hospitalario, los que nos sorprendemos de este deterioro. Desde la Administración autonómica no parece que haya intención de recuperar este edificio, más bien da la impresión de que se espera a que su deterioro sea total para acabar demoliéndolo.
Sorprendidos por el gasto en los jardines interiores del HUCA, son varios millones de euros los que se han destinado a éste y otros fines, sin embargo no se ha dedicado ni un solo euro a proteger este patrimonio artístico. Ni en limpieza interior, ni en conservación de la techumbre, vidrieras o pintura del mismo la Administración autonómica ha gastado un solo euro.
El deterioro de este edificio contrasta con el nuevo edificio del HUCA, cuyo gasto real nunca conoceremos.
El Gobierno regional se comprometió a conservar esta capilla, un vestigio histórico que debe ser recordado y conservado. En el año 2013 estudios publicados por la Red de Conservación del Patrimonio Artístico concluye que la capilla del Psiquiátrico tiene elementos suficientes como para ser objeto de protección. Por ello volvemos a reclamar la urgente intervención en este edificio para repararlo y conservarlo.
A los que nos gobiernan les recordamos que los ciudadanos –creyentes y no creyentes– mostramos nuestra indignación por el olvido o la indiferencia que se muestra en asuntos y cuestiones que afectan a la dimensión espiritual de la persona. Y los usuarios del nuevo HUCA también manifestamos nuestra queja por el lugar donde se ha ubicado la sala de oración, que ahora es usada como capilla. No hay un solo cartel que indique dónde está este lugar, por el que pasan personas que en momentos cruciales necesitan un espacio para el silencio, la meditación, la oración.
Empezamos a tener dudas de si realmente hay interés en recuperar la capilla exterior del HUCA; esperamos una respuesta que ayude a mantener, proteger y conservar este patrimonio cultural, artístico e histórico. Esperamos soluciones.
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