¿Y los políticos?
Es significativo el silencio de los medios de comunicación respecto al hecho de que en los últimos años en España se han llevado a cabo recortes y reformas en todos los sectores menos en el político. El pasteleo entre los políticos se ha puesto de manifiesto en Asturias con el caso de UPyD, que engañó a los votantes al decir que iba a reducir el número de políticos en la Junta General y una vez llegó a la misma se olvidó del asunto; al igual que las manifestaciones de los políticos, comenzando por IU, oponiéndose a las pretensiones de la UE de que España reduzca el endeudamiento con la supresión de municipios; ellos quieren que los recortes se lleven a cabo en educación, sanidad, pensiones, pero nunca en alcaldes, concejales, parlamentarios, congresistas y senadores.
En España hay más de setenta y nueve mil políticos, que entre sueldos y gastos de representación nos cuestan mil ochocientos millones de euros al año. Algunos, como el presidente de la Federación de Municipios y Provincias, arguyen, para oponerse a la reducción de políticos mientras callan cuando se reduce en el resto de sectores, que "el 90 por ciento de los alcaldes y concejales de España que gobiernan los más de 7.700 municipios de menos de 20.000 habitantes no tienen sueldo, no cobran". Esta, llamemos, falsedad, pues verdad no es, que ha sido amplificada por los medios de comunicación, a los que no interesa la reducción de políticos, se cae por sí sola. ¿Alguien puede creerse que los que se dedican a la política están en plan voluntariado? No, si no cobran un sueldo, sí que perciben dietas, lo que a la postre resulta más caro, puesto que si acuden unas pocas horas a la semana al Consistorio, la mayoría un día por semana durante dos o tres horas, proporcionalmente las dietas resultan más caras. Gratis ninguno está en la política. Sin olvidar que los políticos son los únicos ciudadanos a los que no se les controla el horario de trabajo.
En otros países de la UE, en lugar de llevar a cabo recortes y reformas, lo que han hecho ha sido suprimir municipios y provincias; en España, en cambio, los políticos se han puesto de acuerdo para recortar en todos los sectores menos en el político.
La propia UE ha determinado que para que un municipio sea sostenible precisa de un mínimo de veinte mil vecinos; en España más de siete mil municipios no alcanzan dicha cifra, lo que se traduce en endeudamiento y corrupción; además, si las CC AA se hacen cargo de las prestaciones de los municipios pequeños, ¿qué función tienen estos? Únicamente mantener unos cargos políticos. Municipios que cargan de más impuestos a los ciudadanos y cada vez ofrecen menos y peores servicios. Tenemos el mismo mapa municipal que en el siglo XIX, e idéntico caciquismo y clientelismo; alrededor de los políticos están ONG, fundaciones, asociaciones, encargadas de la captación de votos y manipulación de mentes débiles. Sin olvidar que los políticos más corruptos e ineptos son los que son elevados a los parlamentos regionales, a las delegaciones del Gobierno, al Congreso y al Senado.
Por todo ello, los medios de comunicación son cómplices al no informar sobre la realidad del excesivo número de políticos que hay en España, lo que nos cuestan, y de que siempre los recortes y reformas recaigan siempre sobre el resto de ciudadanos. Urge una reforma política que establezca un nuevo mapa municipal, con municipios que comprendan un mínimo de veinte mil ciudadanos, con la consiguiente reducción de alcaldes y concejales, así como la supresión de parlamentarios regionales, congresistas y senadores; además del control del horario de trabajo de los políticos y la regulación de su salario, equiparándolo al de un contratado laboral de la Administración.
Menos políticos significa menos gasto público, menos endeudamiento, menos corrupción y más dinero para fines de interés general.
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