Que se aclare ya el accidente minero
Hace aproximadamente un año este periódico tuvo la atención de publicarme un escrito referente al dramático accidente acaecido en el pozo Emilio, de Pola de Gordón, donde seis mineros perdieron la vida, aún por causas desconocidas, y digo aún por causas desconocidas porque después de un año, repito, un año, nadie ha comunicado a esas madres, esposas, hijos, novias la causa del terrible accidente.
Sí, ciudadanos, dónde han quedado esas altisonantes manifestaciones de políticos y sindicalistas (perdón, digo los sindicaleros de todos conocidos) donde se investigaría con todo rigor las causas del accidente.
Sí, ciudadanos, un año después, ¿dónde están esos personajes?, ¿qué han hecho? Como siempre, nada, nada y nada, aplicar la dilación en el tiempo para que todo se olvide en nuestra interesada y frágil memoria. Pues no, ciudadanos, no podemos permitirlo, no podemos abandonar a esas familias que aquel triste día perdieron a sus seres más queridos simplemente por acudir a su puesto de trabajo, apoyémosles, sólo quieren saber la verdad de lo sucedido, probablemente, además, la investigación pueda evitar futuros accidentes.
Mientras tanto, manifestar mi total apoyo a esas familias, que sólo ellas son las que sufren por la pérdida de sus seres queridos, deseando que reciban de una vez por todas la información veraz del desdichado suceso.
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