Un cuento muy real del CP Juan Rodriguez Muñiz
Os voy a contar un cuento:
Érase una vez un colegio en el que los niños eran felices, eran pocos en cada clase, tenían espacio, aulas de especialidades, biblioteca, aula TIC, gimnasio, sala de profesores y todas esas cosas que tiene un colegio normal.
En ese colegio estudiaban unos 200 niños, de edades entre los 2 y los 12 años. Tenían un patio amplio para poder correr, podían hacer actividades extraescolares, podían hacer gimnasia sin mojarse cuando llueve, comían cómodamente en un comedor todos a la vez, y las familias iban a verlos cuando había fiestas, cuando se graduaban, etcétera. Ya sabéis, como en un colegio normal.
Pero entonces la zona donde estaba el colegio empezó a crecer y crecer, y llegaron nuevas familias con hijos en edad escolar y empezaron a pedir todos plaza en ese colegio, que era el que les correspondía por zona y empezó a llenarse, cada vez más y más, y desde la Consejería de Educación, empeñados en que tenían que meterlos a todos... y empezaron a quedarse sin aulas de especialidades, sin aula TIC, sin sala de profesores, incluso sin gimnasio –que se adaptó para hacer tres aulas más–, y cada vez estaban más y más apretados en el colegio, pues todo el sitio era poco para meter a tantos niños; tantos que en menos de cuatro años tenía más de 400 alumnos.
Entonces decidieron ampliarlo, porque querían meter a más niños y pensaron en hacerle un piso más, y se solicitó a la Consejería de Educación que lo ampliasen. El colegio estaba situado en una zona verde con mucho espacio alrededor, pero la consejera de Educación decidió que había que poner un piso más y se hizo el proyecto y se concedió la obra.
Pero entonces los papás y mamás de los niños que estudiaban allí empezaron a preguntar qué iba a pasar con sus hijos mientras hacían la obra y... ¿Queréis saber qué contestó la Consejera de Educación?
¡Que se quedarían en el colegio, que se harían las obras con los niños dentro!
Entonces los papás y las mamás se enfadaron mucho y le dijeron que no podía ser, porque los niños no estaban seguros. Pero ella siguió diciendo que sí, y los papas que no. Y los papás buscaron el apoyo de todos los grupos políticos de Asturias y todos los apoyaron, pero la Consejera seguía en sus trece.
Y ¿queréis saber como acaba el cuento?
¡Nosotros también, porque esto es real!
El colegio es mi colegio, el CP Juan Rodríguez Muñiz, del barrio de Las Campas, en Oviedo (Asturias); la consejera de Educación es Ana González Rodríguez, y nosotros, los papás y mamás de unos niños que quieren que vayan al cole mientras levantan el tejado y ponen un piso.
Por eso estamos muy preocupados y pedimos vuestro apoyo.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo