Bicicletas y peatones
A quien camina por una acera no le agrada encontrarse con una bicicleta ni al de la bicicleta con el peatón. Hace poco, en una emisora local, le preguntaron a una persona responsable de todo esto: ¿pueden circular las bicicletas por las aceras? La persona dice: No, las bicicletas no pueden circular por las aceras, por ley. Así dijo Miguel de Cervantes: “Pocas leyes y cumplirlas”.
Son problemas, como tantos otros, en los que habría que ir poniendo las cosas en su sitio. Decía la persona: Pues si alguien piensa que las bicicletas pueden circular por las aceras, el pensar es muy personal. A la entrada de la finlandesa pone “para peatones, prohibido a vehículos” y por ciertas partes letreros que dicen “Usuario, por su seguridad, circule por su derecha”. Cada cual circula como cuadra, existiendo cierta desorientación, en ciertas personas, con la derecha y la izquierda, pues un grupo de personas no va a ir en fila india, ni con la ley en la mano tendría fácil solución, al igual que en todas las aceras. Por otra parte, ya es muy viejo hacer todo lo contrario en la práctica a lo que figura en la teoría.
Este paseo de la finlandesa se convirtió en un pequeño circo con patinetes, peatones y bicicletas, algunas circulando a ciertas velocidades, haciendo giros entre los peatones, no habiendo accidentes porque Dios nun quier, o para con Dios hay que tener por el carro. Yo me quedo con el carro. El timbre de la bici pasó a la moda del tira que libras o líbrese quien pueda. Más moderno, claro, claro. La carretera del Naranco, circulando un gran número de vehículos, bicicletas y caminantes, esto se llama un buen deporte, con límites de velocidad de un 30 y 40, pero habría que hacer ciertos matices. Del desvío hacia los Monumentos, donde termina la acera hacia abajo, existen ciertos pasos de cebra sin semáforo, siendo muy peligroso para el peatón, por ser una carretera general y por sentido común muy de moda, olvidándose de los derechos. Es más seguro ceder el paso a todo lo que circula por carretera, pues la confianza mata y los seres humanos fallamos.
En Aragón, un ciudadano denuncia al Ayuntamiento por las bicicletas en la acera. Al ciudadano le dan la razón, supongo que también le pidieron perdón, pues muchos problemas los solucionan con perdón, muy de moda, todo lo contrario a lo del trigo y el gorrión...
Por último, una metáfora: pólvora, dinero y cultura no sirve para cualquiera. La cultura callejera ye más complicada que la de escuela, porque pueden contártela mal y entenderla peor todavía. Así escuchaba decir: yo conozco mis derechos, más conocidos que les obligaciones. Derechos, derechos, quedan muy pocos. Sólo quedan torcidos y retorcidos. El viejo dicho: paso corto, vista larga y mala intención.
Las palabras son como las herramientas de trabajo: hay que saber usarlas. Ojalá supiéramos todos, ojalá supiéramos todos. También existe el mampostero del lenguaje.
Fernando González Alonso
Oviedo
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