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Valores educativos y hábitos sociales

17 de Noviembre del 2014 - Rafael Gutiérrez Amaro (Linares (Jaén))

La amistad es importantísima en el marco de las relaciones personales. Aunque quizás a la hora de hablar de amistad nos refiramos con más frecuencia a los jóvenes, también es cierto que a todas las edades necesitamos fomentar como valor primordial la amistad. La amistad ayuda a la convivencia, ayuda en el desarrollo de la personalidad, nos hace por decirlo de alguna manera más personas, nos enriquece y da vitalidad a nuestra vida, haciéndola también más llevadera y atractiva.

Y para los niños y para los jóvenes es necesaria en cuanto que a través de ella: aprenden a compartir, aprenden a relacionarse, aprenden la esencia misma de la vida y aprenden a ir de la mano unos de los otros, para de esta manera construir un mundo más fraterno, que sea capaz de construir un proyecto común.

Los jóvenes solitarios son en sí mismo un problema, pues en la mayoría de los casos esa soledad puede ser un indicio de algún otro problema psicológico o trastorno de personalidad, pues el ser humano es sociable por naturaleza.

En cuanto a la sociabilidad, podemos decir que en este tiempo en el que es tan difícil, en ocasiones, la convivencia, es bueno ayudar a los niños y a los jóvenes a convivir, a ser personas sociables que sean capaces de compartir sus vivencias e incluso su propia vida.

Si las personas aprenden a ser sociables la sociedad marchará positivamente, porque cada uno seremos respecto al otro un soporte valioso y entre todos construiremos una sociedad en donde exista: la paz, la convivencia, el diálogo, la armonía, el equilibrio, la solidaridad; unos nos sentiremos responsables de los problemas y de las vivencias de los otros Y además unos de los fines de nuestra vida es la relación mutua con otras personas: por motivos de trabajo, por motivos de estudio, por motivos familiares, por motivos sociales, por motivos de ocio, por motivos de salud, por motivos culturales

Además para los niños y para los jóvenes la sociabilidad es el elemento primordial para el aprendizaje. Sin sociabilidad es imposible que se aprenda a vivir, es imposible el aprendizaje en cualquiera de sus diversos campos, es imposible: el desarrollo intelectual, el desarrollo afectivo, el desarrollo de habilidades manuales, el desarrollo cognitivo, el desarrollo pleno de la personalidad. La personalidad está directamente influenciada por la sociabilidad. La sociabilidad requiere una atención primordial para que el ser humano desde su niñez desarrolle todas sus facultades.

Nos podemos encontrar con estudiantes universitarios que debido a que no han ejercitado debidamente el concepto de sociabilidad fracasan: en su vida profesional, en su vida social, en su vida familiar; y fracasan como personas y como seres humanos, que forman parte de un colectivo social que exige unos requerimientos que a veces no se han atendido debidamente.

La capacidad de perdonar es otro de los grandes retos en una sociedad como la actual tan deshumanizada. Muchos problemas sociales se derivan de que el ser humano no perdona habitualmente y queda en él siempre el rescoldo del daño que con él se ha cometido, y ese rencor y ese deseo de venganza perjudica notablemente las buenas relaciones sociales y la marcha de la sociedad. Hemos de enseñar a la gente el valor del perdón. Los corazones grandes saben y practican este don. Jesucristo en su evangelio nos dijo que había que perdonar 70 veces 7, que quiere decir siempre. Los egoístas y rencorosos siempre intentan la venganza, con lo cual crean un ambiente antisocial en el que se rompe esa armonía peculiar que caracteriza a las sociedades y a los colectivos en los que se vive un ambiente de amistad y de hermandad.

Sin el perdón es muy difícil la convivencia; y sin la convivencia es muy difícil la armonía y la paz; y sin estos valores es difícil la justicia, la libertad y el progreso. El no perdonar trae consigo la discordia y la enemistad y crea un clima viciado, poco cordial en el que abundan los ajustes de cuentas y las rencillas personales: de colectivos, de vecinos, de pandillas, de familias, de etnias

También en este tiempo hablar de fidelidad a una persona, o a unos principios, o a unos ideales parece un tanto extraño por lo que habrá que explicar la idea de fidelidad para adentrarnos en vivencias enriquecedoras que nos ayuden a mejorar en todos los aspectos de nuestra vida, pero esto lo haremos en otro artículo; en el que trataremos además de: lealtad, puntualidad, verdad, comunicación sin agresividad, hablar con tono agradable no elevando la voz, fomento de la no-violencia, discriminación y sus consecuencias y prejuicios sociales y raciales. La educación en valores y las habilidades sociales son un mundo apasionante aún por descubrir en muchos de sus aspectos y más aún en este tiempo en el que tanto se descuida la formación integral del ser humano. Hoy se dedica mucho tiempo a la ciencia, a la tecnologia y se olvida la importancia que tiene el ser humano en cuanto persona que tiene que convivir, que tiene que vivir infinidad de aspectos trascendentes sin los cuales los conocimientos por muy profundos e importantes que sean tienen una validez relativa, pues no tienen el marco adecuado para que esos conocimientos sean útiles a la sociedad. En España actualmente debido a la transgresión del orden primordial, muchas de las cosas importantísimos que se hacen, dado que no se hacen en el contexto adecuado y con los pilares básicos que le darían consistencia, no surgen el efecto requerido y es por ello por lo que se pierden miles de millones en labores educativas que después son inútiles, dado que faltan unos eslabones básicos sin los cuales la labor educativa y los conocimientos no cuajan debidamente. En España actualmente no hay Valores, no se enseñan, ni se promueven los Valores y sin ellos todo marcha a la deriva, sin rumbo. Y esta reflexión nos debe llevar a considerar con detenimiento la trascendencia de unos Valores, que sean soportes sólidos de una sociedad estable y firmemente anclada.

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