Un general en el laberinto de la paz colombiana
Como una patata caliente, un general sin escolta y desarmado, ha resultado ser más peligroso que la superabundante dotación de helicópteros, aviones y armas con que suelen desplazarse por la geografía colombiana, imponiendo con frecuencia a sangre y fuego sus prerrogativas..
¿Por qué bajó el general Alzate por el río Atrato, río grande y caudaloso en el que hace 15 años los paramilitares asesinaban al joven cooperante vasco Iñigo Egiluz y al cura colombiano José Luis Mazo por el procedimiento de lanzar una embarcación contra la chalupa en la que viajaban en labores de acompañamiento a las comunidades negras de la zona..?
¿Cómo se explica, o cuándo lo explicarán, el que un general de tan largo historial de acciones contraguerrilleras se metiera con tanta facilidad en la zona controlada por la guerrilla y les cayera como regalo envenenado?
Si no hubiera una guerra tan feroz y tan prolongada, la película de los hechos tendría que ser en clave de comedia. Y si no transcurriera una guerra sin descanso, donde el gobierno pese a las conversaciones se ha negado a acordar mútuo alto el fuego entre las partes, para facilitar el clima de los diálogos en La Habana, el viajecito en lancha del general podría haber pasado inadvertido.
Casi autoentregado como prisionero de guerra, el alto general caerá en sospechas de si no se habrá pasado al adversario, y sus colegas seguramente le embromarán en el futuro.
Si además, como sería de preveer, la guerrilla exigiera intercambios, de entre los centenares de insurgentes que se pudren en las hacinadas cárceles colombianas, ¿cuántos comandantes guerrilleros tendrían que salir a cambio del general ¿
Aparenta ser tanta la desmesura del gesto presidencial de detener los diálogos para la paz en tanto le devuelvan a su general que hasta la ultraderecha ultramontana se ha sentido desplazada del escenario del sabotaje a las perspectivas de paz.
El no nombrado rol de Estados Unidos y sus unidades especiales, siempre presentes en la asesoría militar colombiana ¿qué papel ha jugado en este enredo macondiano, en este cebo con veneno rápido, para meter al general en la magnífica selva negra del Chocó..?
Prisionero de guerra el general Alzate ha caído en el bloque que lleva por nombre Iván Ríos, que fue un joven comandante alzado en armas, animoso para conseguir la Paz en Colombia, pero que bloqueado, perseguido su grupo guerrillero hasta la extenuación..fue derrotado por militares que como Alzate conocen todas las técnicas del exterminio y que lograron comprar a uno de los escoltas de Iván Ríos, quien supuestamente lo asesinó y le cortó la mano para cobrar la recompensa militar ofrecida..
¿Vuelve ahora Iván Ríos, en nombre de frente guerrillero, para cobrar venganza postuma a acciones tan macabras como las propiciadas por generales como Alzate?
La comedia vuelve a la tragedia de la desmesura, de un ejército que usa de toda su tecnología para dirigir asimétricamente toneladas de bombas contra los mensajeros de paz, y de la otra guerra sucia, la de los paramilitares, los mochacabezas, cuando se trata de amedrentar y expulsar del terreno a la población civil.
En el teatro de la guerra.. qué hacía el brigadier general.. se siguen preguntando en Colombia, mientras la mayoría suspira porque la situación se resuelva, como en tantas otras ocasiones, con intercambios, con entregas, con acuerdos, que permitan continuar hasta el éxito, las conversaciones de Paz que Noruega, Chile, Venezuela y Cuba se han comprometido a cuidar.
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