Época de eclipse racional
En épocas de la Historia se han producido desajustes entre modos de vivir, creer y pensar. La mayor parte de estos desajustes, en los dos o tres siglos precedentes, fue acompañada de una búsqueda autónoma y sincera, de una filosofía y pensamiento propio y subjetivo. Esto brotaba y discurría dentro de unas claves que apenas hoy si se formulan, ya ni son origen influyente en el modo de pensar y vivir del “materialistoide” hombre de hoy. No tenemos tiempo, no nos dejan tiempo o no queremos tener tiempo de cuestionarnos los famosos: qué soy y hago aquí, de dónde vengo y adónde voy. Y ya no estoy hablando de las connotaciones religiosas del tema sino del principal activo de mi dignidad que, como “animal racional” (vaya mezcla explosiva, como diría aquel) me diferencia de los demás seres vivos animales en el porqué y para qué razono, proyecto, programo, creo tareas, leyes, poesía, música, arte en general, etcétera.
Con poco que nos paremos a pensar descubrimos que muchos de los graves males de hoy tienen su fuente en lo que es llamado “pensamiento débil” o pensamiento de fácil salida y enmascaramiento ideológico. En el debate y razonamiento hay prisas en llegar pronto al objetivo marcado, bien sea arrancar un mayor aplauso televisivo de la concurrencia ignorante o bien derrotarle en las urnas. Ésta será la verdad que se ha de llevar en adelante... hasta las próximas elecciones. No hay verdad firme donde anclarse.
Un tema, tal vez el más grave, donde existe esta especie de eclipse total de la razón es el del aborto, como negativo o, la vida, preferible, como positivo de la misma foto. Decía el Papa Francisco, el 15 de diciembre pasado, a centenares de médicos, que el aborto no es un asunto o problema de religión ni de filosofía, sino científico. ¡Qué gran verdad a la que los ambientes abortistas hacen tiempo dan la espalda! ¡Qué feminismo machista tan irracional y qué curioso que las feministas defiendan y aplaudan una ley que deja sola a la mujer! ¡Qué ilógico e ideológico el decir a la mujer: si quieres, te financio el aborto; si no, allá tú con tu gestación y problemas!
En otras declaraciones y dardos del Papa sobre este “eclipse irracional” del aborto, hechas ese mismo día y que los grandes medios del “Papa a la carta” suelen callar, dice que no se puede solucionar un problema de una persona matando a otra persona, o que no se puede revestir el aborto como una falsa compasión a la mujer y que esta acción, tanto hoy como en el pasado, tienen el mismo nombre: asesinato. Y es que, para él, son los primeros indefensos y descartados, sentenciados arbitrariamente por este eclipse de la razón y a quien bárbaras leyes ideológicas “de género” se encargan de ejecutar. ¡Y qué “porca miseria “ y asco (como dijo el defenestrado Gallardón) que los que eran defensores de la vida hace tres años, el PP, por votos (no con los nuestros), amplíen y se confundan con los otros en una gran pantalla de eclipse total antivida!
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