De-género la violencia
Día colmado de recuerdos, atisbos, pensares, desencantos encarnados por bruscos empujones, insultos despiadados. Su cuello se estremece en unas manos, y sus últimos gritos se acompasan con tortazos.
Hoy no es un día cualquiera, aunque ojalá lo fuera, pero esto por desgracia sucede cualquier día.
Bienvenidas/os al mundo real, al mundo donde los hombres son superiores y no les vale únicamente con esa superioridad que defiende nuestra sociedad machista. Bienvenidas/os a esa educación que nos inculca el sistema de consumo desde el momento que nacemos; azul para los niños, rosa para las niñas, juguetes relacionados con la fuerza, destrezas y armas para ellos, frente a muñecas rosas, delgadas, esbeltas y que representan el estereotipo de belleza, el ámbito del hogar y de los cuidados para ellas. Pues sí, así es, se llama segmentación del mercado, está estudiado y comprobado que es así como se consume más, por lo tanto, ¿qué importa si esto cataloga desde el primer día y educa en desigualdad?, ¿qué importa si atribuye roles de género que determinan en un futuro la forma de actuar?, esto puede no parecer muy importante, pero se acerca la navidad e igual más de una/o se le ocurre otra cosa que regalar. Quedaos con que somos títeres de un mercado, de unas necesidades que ellos mismos nos crean, deshumanizándonos e individualizándonos, compitiendo y haciendo que miremos únicamente por nosotras/os, algo que es absurdo teniendo en cuenta que somos seres sociales.
Se ha observado a lo largo de la historia como unos siempre se situaban por encima de los otros; tiranos y esclavos, déspotas y humillados, en definitiva, opresores y oprimidos. Así podría describirse que fue siempre, unos pocos consiguen lucrarse de muchos a lo largo de la historia mediante la opresión, y no os confundáis, siempre son los mismos. Decía un tal Adorno, algo deducible de su teoría de la personalidad autoritaria quien tiene prejuicios sobre una raza, nación, etnia, cultura o clase lo tiene indistintamente sobre todas. Son los mismos aquellos que son racistas, xenófobos, discriminadores y machistas, son ellos quienes piensan de forma determinada y rígida, es decir, estereotipada, con abundancia de prejuicios, actitudes conservadoras e intolerantes. Y esto solo hay una forma de conseguir hacerlo factible, ellos solo entienden esta forma, la violencia. Ésta no tiene por qué ser física, aunque siempre pensemos en ella cuando hablamos de violencia, pero es la que menos les interesa, ya que la forma de sumisión más poderosa es aquella en la cual el oprimido no es consciente y no reacciona contra ella.
Oprimimos a las mujeres, tontos de nosotros, haciéndolas a todas víctimas de la violencia de género, sin darnos cuenta de muchas cosas. Una mayoría elude y esquiva el feminismo, la otra mayoría lo malinterpreta creyendo que es lo contrario de lo que llevan haciendo ellos durante siglos en sociedades machistas, sin querer darse cuenta de que el feminismo lucha por la igualdad, por una igualdad en términos de derechos y de oportunidades. Ya seremos ignorantes vejando y escarneciendo a esas personas, que se nos olvida que son nuestras madres, hijas, mujeres, abuelas, novias, hermanas, tías, sobrinas Y no sólo eso, sino que nos dan la vida.
Pero las mujeres sí luchan, las mujeres sí son fuertes, las mujeres sí saben qué es la violencia, la violencia física, la verbal, la emocional o la psicológica, porque la viven a diario.
Las mujeres avanzan impasibles entre los pocos esbozos y rendijas que esta sociedad patriarcal les deja abiertas. Las mujeres son nuestro futuro.
No agredas más, ¡las mujeres nos hacen libres!
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