¡No me lo firmó, no le firmó!
Gracias Melendi. Sí, muchas gracias por tu bonito gesto en el Centro Comercial los Prados de Oviedo. Perdona mi ironía, pero no tengo aliento para más, esta es solo una del ciento de historias que se quedaron sin tu firma en el día de ayer. Eso sí, la mía me gustaría que la supieras de primera mano.
Soy la madre de una niña de tres años y medio, que se sabe todas tus canciones. Como toda madre o padre, solo busca la felicidad de sus hijos, ayer como cada día. Me levante a las seis y media de la mañana para ir a trabajar, en el fondo soy una suertuda, ya que como trabajo solo por la mañana, a las cuatro de la tarde ya teníamos mi hija y yo tu nuevo disco. Y sacamos ese numero que nos permitía que tú, Melendi, nos lo firmaras.
Delante solo teníamos 573 personas. Por la niña merece la pena, pensaba yo. Cada poco me guardaban el sitio en la cola y llevaba a la niña para que te viera firmar, eso hacía que no se durmiera y la mantenía entretenida entre bolsa de gusanitos y un yogur para beber (que es lo que la niña lleva en el cuerpo a estas horas) Todo más o menos esperado. Pero llega el momento de darte las gracias de todo corazón, cuando me quedan delante unas diez, sí, diez personas, once de la noche (tan solo llevamos allí siete horas) desapareces y no solo no vuelves, es más nos tienen unos quince minutos sin decirnos nada, hasta que nos comunican que no vas a volver. Por eso ahora te daré las gracias y no a tí Melendi, sino a Ramón. Si Ramón,tú que también tienes hijos como yo, explícame como le calmo el llanto desgarrador a mi hija. Sólo llora y entre llanto y llanto dice "y no me lo firmó, y no me lo firmó" . Gracias Ramón, porque los vigilantes de seguridad (a estos si que les doy las gracias sin ironía) me sacan de las vallas antes de que se monte un tumulto. Gracias por lo que dejas atrás, no sólo a mi y a mi hija, niñas de entre doce y quince años desconsoladas, algún niño deficiente en esa cola, gente venida de distintos lugares de Asturias, sí, Ramón, tu tierra. No se tus motivos, pero para jugar así con sentimientos ajenos deben de ser muy fuertes y al final con una hora de faena hubieras evitado tanto llanto.Solo darte las gracias porque mientras escribo esto, mi hija y más gente, siguen llorando (doce y media de la noche) Gracias.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo