Regla de tres
Luis Garicano, además de profesar en la London School of Economics, cosa que da predicamento, predica periódicamente con mucha pedagogía en El País de Prisa. Desde una de sus columnas dóricas, predicaba de esta guisa, bien oiréis lo que decía. El problema de España, que es el del encaje de Cataluña, se resolverá cuando los conciertos de vascos y navarros dejen de ser excepción. ¿Cómo? Otorgándole a la Generalidad un concierto similar. Se entiende que, a partir de tres, las excepciones dejan de serlo. O para que lo entiendan hasta los de letras, que cuando las excepciones se triplican adquieren el estatus de regla. Que debe de ser la famosa regla de tres. ¿Y qué se hace con el resto de España que se quedaría desconcertado? Tirao de fácil: se agrupa en una especie de Frob o banco malo de territorios pobres.
Garicano escribe en El País lo que escribiría Cebrían si Cebrián escribiera o escribiese. Pero el académico está muy ocupado en encajar lo que cobra, cobraba y cobrase; así que deja al profesor el encaje de Cataluña. La receta de Garicano tiene su parte dispositiva o modo de empleo: Para llevar a buen puerto la maniobra, se tiene que apear Mariano y subir al puente de mando la vicepresidenta. O sea, que la triple ese es la nueva Gallardona o Gallardina que sale pimpante de la chistera de Prisa después de que el Gallardón auténtico (como dice Ansón de su ABC) ingresara en la UCI de grandes quemados.
Uno recuerda la regla de tres que le enseñaron en la escuela: si tres obreros levantan un muro en treinta horas, ¿en cuántas lo levantarían seis? Y el maestro perdía el tiempo en desarrollar la fórmula, pues hasta los más lerdos para los números entendíamos sin más rodeos que seis obreros tendrían el muro listo en 15 horas. Con la regla de tres de Garicano, en cambio, no salen las cuentas. Si con vascos y navarros envueltos en confortables embozos, se da un nuevo tirón a la manta para cubrir los pies de Mas, alguien se queda aquí con el culo al aire. Con riesgo de que la orteguiana conllevancia de la cuestión catalana degenere en migraña penosa y crónica. A ver si esta regla de tres de Garicano (la de los federales asimétricos) va a resultar una regla de género. A no ser que se trate de la cuadratura del círculo.
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