Ellos ven la paja, nosotros no vemos la viga
Desde que nos llegó la crisis, o más bien, desde que nos la trajeron, estamos asistiendo a un debate entre políticos y simpatizantes de unos y otros, pretendiendo descargar culpas y errores en sus oponentes políticos, mientras los ciudadanos sufrimos las consecuencias de los recortes que están poniendo en práctica para hacer frente al descomunal déficit y el gasto estatal que se genera cada año y que hace que la deuda pública alcance niveles insoportables de sostener.
Los políticos, en mi opinión, más pendientes de defender sus intereses y puntos de vista interesados, se tiran los trastos a la cabeza los unos a los otros jugando al: y tú más, buscando culpables en cualquier parte menos en sus propias filas, y entre tanto los ciudadanos, que nada tuvimos que ver con lo que nos cayó encima, tenemos que pagar los platos rotos de los errores cometidos por unos gobernantes que durante décadas debieron pensar que esto era Jauja, y crearon una especie de monstruo, a modo de aparato político-administrativo, mientras nadábamos en la abundancia con los fondos que nos llegaban de la UE por ser entonces el socio pobre de ese club de ricos, en comparación a nuestra situación de entonces, y ahora se ve a todas luces que es algo que no nos podemos permitir.
Tenemos diecisiete autonomías y un gobierno central, con sus correspondientes parlamentos, llenos hasta el gallinero de chupasueldos, absolutamente innecesarios, y a su vez un sinfín de entes de dudosa necesidad (chiringuitos políticos) que nos cuestan un Potosí, pero que ningún grupo político se plantea reducir. Nos hablan de lo humano y lo divino, nos recortan derechos y cosas de lo más necesarias, nos imponen tasas e impuestos casi confiscatorios, pero lejos de conseguir reducir el déficit y la deuda estatal, la siguen aumentando, y sin embargo, a ninguno de ellos se le ocurre pensar y decir que el principal problema, son ellos mismos. Son demasiados, pero eso no lo quieren ver ni reconocer.
La toda poderosa Francia acaba de aprobar en su Asamblea Nacional, por amplia mayoría, la reforma de sus regiones metropolitanas, pasando de las 22 hasta ahora, a sólo 13; a fin de conseguir un ahorro económico en las cuentas del Estado, que aunque con ciertos problemas, están muy lejos de los que tiene nuestro país. Bien harían nuestros políticos en poner sus codos sobre la mesa de sus despachos y tratar de proyectar algo así, para llevarlo cuanto antes a la práctica en esta reseca y estrujada piel de toro, antes de que a mi entender, acabe por ser engullida por tanto gusano como le fue y está saliendo por todas partes.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo