Una familia secuestrada en Hevia
Soy vecino de Hevia y vengo a denunciar lo que nos sucedió a mí y a toda mi familia el domingo 30 de noviembre. Ese día me levanté por la mañana a eso de las 07.30 para ir a trabajar como todos los domingos. Empecé a oír el estruendo de coches a toda velocidad por delante de casa. Cuál fue mi sorpresa cuando mi mujer me dijo que estaban haciendo un rallye allí, ¡delante de mi casa! La primera noticia que teníamos. ¿Y cómo es que nadie nos avisó de ello? Ni carteles, ni avisos... nada. En ese momento contacto con la Guardia Civil y me comunican que tienen permiso de la Delegación de Gobierno, a lo cual yo pregunto: ¿y cómo voy a trabajar, agente? Respuesta: “Arrégleselas como pueda, no es asunto mío”. Me informa de que la carretera estará cortada hasta las 17.30 horas.
En ese momento seis personas fueron secuestradas de forma legal por el rallye Sprint de La Felguera, organizado por La Felguera Motor Club. Mis dos hijas no pudieron salir de casa en todo el día gracias a estos señores y a la Delegación del Gobierno.
Pues bien, decidí que yo no me iba a quedar sin trabajar, salí caminando desde mi casa hasta El Berrón, pasándome los coches a toda velocidad al lado, poniendo en riesgo mi vida y la de los pilotos. Por el camino no vi a ningún representante de la organización ni a ningún guardia civil (por cierto, aspecto que me chocó bastante). Tuve que coger un tren tras una caminata de una hora que me llevase a Gijón desde El Berrón y, una vez allí, otra buena caminata hasta mi lugar de trabajo. Por la noche tuve que hacer que mi mujer me fuese a buscar a Gijón, para lo que hubo de dejar a mis dos hijas pequeñas a cargo de mis suegros.
La prueba fue organizada, o más bien desorganizada, por La Felguera Motor Club. Nadie de esta entidad contactó con nosotros para avisarnos previamente a la carrera, ni se dejaron carteles en nuestra zona. De hecho, he presentado algunas quejas a este club y se han limitado a responder: “Proteste donde crea conveniente, en estos tiempos está de moda”. ¿Qué clase de sinvergüenza es capaz de contestar esto a un padre de familia que lo único que quiere es ir a trabajar?
¿Dónde están mis derechos? ¿Por qué unos señores, en nombre del divertimento particular de unos pocos, pueden anular los derechos de toda una familia y de un barrio entero? ¿Quién me va a pagar los perjuicios causados? ¿Cómo es posible que se produzca un secuestro de una familia por la realización de una prueba deportiva y la Guardia Civil no haga nada amparándose en unos permisos dados por la Delegación del Gobierno?
Si quieren correr, estoy de acuerdo, pero que lo hagan en un circuito.
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