Autónoma, invisible, un poco tonta y casi muerta
Me llamo María, tengo 34 años y me he convertido en un ser invisible.
Lo de tonto y muerto de Juan José Millás por suerte lo he esquivado (con certeza absoluta, lo de muerto).
Al caso: acabo el año con la clarividencia de que tengo un superpoder paranormal y se lo debo todo a ellos, a ese equipo multidisciplinar y todoterreno de Cep Consultoría y formación.
Un centro de estudios que se erige en la grandiosa labor del Estado de subvencionar cursos para desempleados, esos cursos llenos de horas muertas que se convierten en un tránsito casi agonizante hacia un no se sabe dónde....
Tengo que decir en mi contra que colaboré en ese drama deformador para intentar lucrarme, ¡sí, lo confieso!
Impartí 24 tediosas horas de indecencia lectiva y dejé por lealtad a mí misma las otras 400 a la deriva curricular de otro u otra víctima.
El algoritmo matemático que rige el nivel cuántico de mi participación es fácil: 24*12, “oséase” 350 euros.
Una cantidad asumible, cuando menos, para tremenda institución.
Pero las cosas se diluyen y manosean al antojo de unos pocos ganadores que tejen el devenir de nuestras existencias... y “los Cep”, después de un mes sin emitir sonido gutural alguno a mi pequeña protesta material, siguen sin pagarme lo que es mío.
Hace un mes que emití la factura, sí, también sé que se amparan en esos maravillosos 90 días que la ley divina les da... lo sé todo, pero su silencio desgarrador a mis preguntas es lo que de verdad me aterra, ¿estarán bien?, es que al final una se pone a darle vueltas a las cosas y piensa... y digo yo, a ver si es que el recepcionista es un “pirao” paranoico que sólo sabe decir... es que ahora ella no está... definitivamente ese hombre me da miedo...
Y resulta que me he hartado, es un minúsculo problema en este mundo asolado por corruptos y brutos, lo sé... pero creo que exigiendo lo mío me uno a la causa de muchos que se encuentran en igual y peor situación.
La vida del autónomo es así, invisible... a mí me ha salido barato, son sólo 350, pero sé de otros que lo están pagando mucho más caro.
Somos autónomos, somos invisibles y un poco tontos (vale), pero no estamos muertos (o eso creemos).
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo