El automovilismo no utiliza a los chavales
En mi calidad de presidente de la FAPA, Federación de Automovilismo del Principado de Asturias, considero pertinente e irrenunciable replicar a algunas de las afirmaciones vertidas por uno de sus colaboradores, don Eduardo Huerta, en el periódico que usted dirige, en una columna publicada en la página 2 del suplemento de «Motor» del pasado miércoles 5 de agosto.
En cualquier caso, vaya por delante, y ante todo, mi más absoluto respeto a los medios de comunicación, que son tan necesarios para la difusión de nuestro deporte, y a la libertad de expresión y de opinión de las personas, sean estas libertades ejercidas en un medio de comunicación o en cualquier otro ámbito de la sociedad.
Sin embargo, considero que algunas de las afirmaciones vertidas en LA NUEVA ESPAÑA del 5 de agosto son auténticas insidias, rayan la injuria y, en todo caso, son una difamación en toda regla, no ya sólo de mi persona, sino de toda una Federación y de los miembros que forman parte de la junta directiva que me honro en presidir.
Una vez más, las medias verdades son peores que las mentiras, si bien desconozco las razones de un ataque tan furibundo como el que ha lanzado don Eduardo Huerta contra la FAPA, afirmando cosas tan graves como «... y a los chavales sólo se les utiliza para pedir dinero en su nombre...». Esta afirmación, en sí misma, es de una gravedad tal que desde la FAPA esperamos poder tener la oportunidad de desmentirla con total rotundidad.
El daño que afirmaciones de esta naturaleza pueden hacer a este deporte, máxime cuando son vertidas en un medio de tanto prestigio y de tanta difusión como es LA NUEVA ESPAÑA, me obliga moralmente a salir al paso de ellas, especialmente porque los niños son la base de este deporte, porque son su futuro y porque por todo ello son el colectivo que más desvelos y preocupaciones produce a esta junta directiva.
En otra de las afirmaciones de su colaborador se permite, en la misma columna, acusar a esta Federación, sin dar ninguna explicación, diciendo: «En los primeros compases de la temporada 2009 se fueron dilucidando eventos extradeportivos, donde algunos que rayaron la ilegalidad jugaron una vez más con el factor suerte y, lo que es más grave, lo hicieron con la pasividad de la FAPA, que les facilitó los permisos...».
Desconozco a qué se refiere, ni qué es lo que en realidad pretende denunciar su sagaz colaborador, pero utilizar las páginas de un medio tan importante para atacar sin dar ningún tipo de argumentos a una entidad como es la FAPA no puede menos que provocarnos perplejidad e indignación.
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