El III y el IV Zapaterazo
Todo empezó tiempo atrás con frases tales como "hablando se entiende la gente", "o te daré el Estatut que me presentes", "España es una nación discutida y discutible"...
Ningún partido político ha tenido arrestos para que se den las condiciones de crear puestos de trabajo estables desde el inicio de la crisis.
Hablan y hablan de la reforma de la Constitución; pues bien, por qué no se ponen de acuerdo para recuperar competencias para el Estado que unos y otros han cedido a las autonomías.
Tales como educación, sanidad y orden público, y a partir de ahí, pues, a través del preceptivo referéndum, reformarla en lo que fuere preciso.
Empieza la legislatura con mayoría absoluta, y qué se hace en sus primeros pasos, insuflarle dinero a la banca, dando a entender que no hubo el control debido por parte de los gobiernos y del Banco de España.
Saltan a la luz los casos de corrupción, Bárcenas, ERE andaluces, Blesa, Rato, Granados y otros etcéteras... y para que España fuera perfecta, Urdangarines, folclóricas y princesas.
Siguieron con la medida más drástica, la de subir los impuestos, sin informar a la sociedad los motivos de ello. En el Parlamento el anterior Gobierno asintió que el déficit era de un 6 por ciento, cuando, según parece ser, era superior al 9 por ciento y la prima de riesgo, por encima de los 460 puntos; lo normal hubiese sido acudir a los tribunales, por si hubieren incurrido en algún tipo de delito; lejos de ello condecoran el "zapaterazo".
Hay que decir que no todo ha sido malo; y reconocerles que consiguieron que España no fuera rescatada, contando para ello con los consabidos recortes (dicen que en algunos sectores se ve una incipiente recuperación).
El nuevo líder de la oposición se presenta, según él, limpio como un crisol, cuando la verdad es que también tiene su casa sin barrer, aflorando al igual en su partido casos corruptivos sin que por eso los reconozca. ¿O es verdad que es el último que se entera? Mal camino le presagio a la vista de sus intervenciones; él mismo dice que es hora de hacer política, pues hágala usted, y bien en todos los sitios, exigiendo que se cumpla la Constitución y todas las leyes que emanan de la misma. No solamente usted, sino también todos los partidos constitucionalistas que hay en el espectro político.
Usan la retórica, que sirve para suplantar la realidad con las palabras e imponer a quien escucha otra realidad más conforme con los intereses del que habla. La retórica es un arte de poder, un político es una máquina de producir ficción.
Uno de ellos, recientemente retirado, dijo (posiblemente la mayor verdad de su vida): "El huevo de la serpiente se está incubando". Después no nos llamemos a engaño, aún hay tiempo.
Antonio Requejo Rodrigo
Oviedo
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