La Constitución amenazada
En este día, 6 de diciembre, en el que se celebra la Constitución Española de 1978, quiero en breves pinceladas escribir sobre tan trascendental evento. Ciertamente la Constitución en el marco de la Democracia Española es un elemento primordial y absolutamente necesario.
Lo triste es que en esta época en la que estamos actualmente la Constitución se utiliza por los mercaderes de la corrupción para su propio beneficio y en detrimento: de la democracia, de la paz, de la libertad y de la convivencia de todos los españoles.
Tristemente repito, la Constitución es vapuleada por aquellos que colocan: su usura, su codicia y su avaricia desmedida por delante del bien de España y de los españoles.
Otros, enemigos de España también y de su unidad, quieren construir su propio país a costa de lo que sea y como sea.
La Constitución hoy tiene muchos detractores, muchos manipuladores, muchos que la utilizan en beneficio propio causando un grave, más aún, un gravísimo problema al resto de los españoles, amantes de los valores democráticos y de convivencia: en paz, en libertad y prosperidad.
Los peores enemigos de la Constitución están dentro del Poder Autonómico y del propio Congreso de los Diputados, los Parlamentarios han alcanzado un nivel vergonzoso de corrupción y están hundiendo a España en un deterioro: económico, social, humano y de lealtad sin precedentes en la historia.
Personalmente a mi hoy me daría vergüenza ser Diputado del Congreso de la Nación Española. Personalmente me daría vergüenza ser político español en la actual coyuntura. Personalmente me sentiría abochornado si en la situación presente militará: en el PP o en el PSOE, o en UGT o Comisiones Obreras. Personalmente me sentiría con angustia vital si perteneciera a la Banca Española.
No siento indignación por ser español, siento pena y tristeza de ver cómo las urnas, o los que la han utilizado, han convertido a España: en un lodazal inmundo, en una cloaca, en un vertedero de situaciones podridas y malolientes.
Y cada día que pasa los ricos son más ricos, y celebrarán el día de hoy con entusiasmo, porque lo utilizarán para entre ellos amasar algo más de riqueza; y cada día que pasa los pobres tienen menos, el percentil de la pobreza ha alcanzado niveles muy por debajo de lo aceptable. Ya ni las sobras de las migajas evangélicas del rico Epulón llegan a la boca del pobre Lázaro.
No es necesario seguir, pues la medida de las miles de actuaciones indignas y rastreras ha sido superada con creces por aquellos que tienen en sus manos el poder.
La España Democrática actualmente tiene muchos detractores y pocos defensores.
Pero nosotros, tú y yo, y con todos los Españoles honestos usando con nobleza las armas: del diálogo, de la cultura, de la solidaridad, de los valores democráticos, debemos sacar a España de este horrendo pozo, pero por favor no lo dejemos en manos de nadie; pues estamos rodeados, a derecha e izquierda, por los canallas de siempre y por su comparsa de bribones, y además por un sinfín de traicioneros innobles y miserables.
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