Periodistas protectores
Sé que estoy metiéndome en un asunto resbaladizo, ningún profesional le gusta que le cuestionen, pero en el mundo que vivimos cargado de sinvergüenzas, no se puede, si eres buen periodista el andar por las ramas. Hay que llamar a las cosas por su nombre, y quien es corrupto, es un golfo, y quien está a su lado sin denunciarlo, se le parece mucho. Y quien cobra sobresueldos, o sobres sean en negro o en blanco cuando al mismo tiempo baja salarios, pensiones y no es capaz de pagar un salario social en condiciones, es otro caradura de cuidado, que hace mucho daño a toda la sociedad, mientras él vive a cuerpo de rey. Viene al caso por la entrevista en la sexta, tan suavecita que le hicieron a la Cospedal esos grandes periodistas y contertulianos muy dados a dar leña a los políticos cuando no son de su ideología o no están presentes. Dicha entrevista entra en contraposición con otra del día anterior que le hicieron a Pablo Iglesia en la televisión pública, donde hasta el presentador por si fueran pocos los otros periodistas, le hacían una encerrona de cuidado (de la que por cierto salió airoso en todo momento) fue tan dura, que hasta se dijeron cosas de jurado de guardia contra un chaval y una formación que quedó claro le tienen tremendo miedo los que están a gustito con el poder establecido.
La Cospedal es la misma que cobraba tres sueldos inmensos, y entró en la Comunidad suya quitando sueldos, bajando salarios y haciendo recortes en Sanidad, Educación y Dependencia, para salir de la crisis, sin que ella en ningún momento se pusiera a la altura de a quien pide sacrificio, ya que sigue cobrando su hermoso sueldo ¡es para gritar de imbéciles que somos! La Cospedal es la misma que lleva en el partido desde siempre, el mismo partido que se reparte sobres, y entre los que figuran en esos papeles de Bárcenas está ella (si la Cospedal) la misma del finiquito en diferido, la misma del recibí, sin recibir; la misma que estaba cuando la Gürtel hacia su agosto por la sede Génova, la misma que estaba de consejera de Transportes e infraestructuras de Aguirre cuando esos mismos golfos campaban a sus anchas por la comunidad de Madrid. O sea, es honrada como decía Inda, pero que curioso, está en todos los fregaos donde aparece la corruptela cerca. ¿Al menos pregúntele algo? comprométanla un poquito solo, si todos sabemos que es honrada, pero en los cargos que ocupa además debe parecerlo.
Los periodistas llegan a ser amigos de estos políticos de turno, y suelen ocurrir estas cosas, que por no hacerles daño, les hacen entrevistas que hasta ellos pagarían por tenerlas, pareciéndose mucho a hacerles la campaña electoral o ayudándolos a despojarse de las dudas que recaen sobre ellos.
Todos respetamos la presunción de inocencia, pero de ahí a caernos de un pino, hay un trecho. Si nadie los acusa, son ellos mismos los que se culpan a sí mismos, o entre sí ¿o Bárcenas no era su compañero de años? Cuando alguien repetidamente como Rajoy (Nuestro Presidente ¡manda Huevos!) pone la mano en el fuego por varios amiguetes implicados o imputados en corruptela; o le manda mensajes de ánimo cuando se sabía que tenía millones en Suiza ¿Cómo llamarían a eso profesionales suavecitos?
A pocos vemos denunciar con rotundidad lo que ocurrió estos años en la guarida de Génova, algo muy grave ¡Y en este País, seguimos como si nada! ¿Por qué los dos grandes partidos no hacen leyes para evitar la prescripción de los delitos de corrupción, que desde el primer euro sea considerado delito y que las causas se aceleren para no verlos paseándose años a nuestros lado, o para que quien sea inocente no esté años señalado? No se preguntan, por qué no lo hacen ¡ya! ¿No será porque les conviene a muchos, el no acelerar nada y revolver la mierda que les invade?
Por ello, pido a los profesionales de la información, que no sean tan suavecitos, ellos, ustedes son la clave para que los golfos no se escondan bajo sus plumas, ustedes deben desenmascararlos, no ayudarles a escaquearse.
Por eso creo que muchos lectores aprecian este espacio de cartas al director, porque los ciudadanos de a pie, suelen mojarse más, quizás su relato no tenga el encuadre y presentación que pudiera tener el de un afanado tertuliano, periodista o columnista, pero van directos al caso en cuestión, sin tapujos y amiguetes del alma.
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