"Cuando salí de Cuba..."
"...dejé mi vida, dejé mi amor. Cuando salí de Cuba, dejé enterrado mi corazón". Esta sentimental canción de Aguilé, que acabamos de oír, nos ha hecho recordar a José Luis Sauquillo Zamora, joven estudiante que, con Fidel Castro, inició la Revolución cubana en Sierra Madre. Fue un destacado revolucionario en la lucha contra el sistema dictatorial de Batista –de suboficial a presidente de Cuba–, sobre cuyo sistema ejercían una gran influencia y respaldo los EE UU, cambio que haría Castro con la influencia y respaldo de la URSS. Y de una dictadura se pasó a otra, lo que hizo que los buenos revolucionarios que lucharon por la libertad y la democracia, como José Luis Sauquillo, se vieran traicionados por su líder, Fidel Castro. Que les persiguió a muerte por toda la isla, consiguiendo Sauquillo huir a Puerto Rico. Su familia pagó las consecuencias, al ser despojada de su mansión y de todas sus pertenencias y bienes.
Conocimos a José Luis Sauquillo en Madrid, casualmente, que por allí andaba desambientado, perdido, en una precaria situación, él que había vivido tan bien en Cuba antes de la Revolución. Nos dieron pena su vida y su historia, ahora dramáticas, y a nuestro regreso le conseguimos trabajo en la empresa Hullera Española, pozo de San Antonio, en Moreda de Aller. Como a todos les dio pena también, se le destinó a buenos trabajos, sin bajar al pozo. Se le proporcionó asimismo alojamiento gratuito en una de las residencias que la citada empresa había construido para el personal reclutado en otras regiones de España. ¡Qué contraste! Ayer había que buscar trabajadores, andaluces en su mayoría. Hoy, demanda angustiosa de trabajo en esta zona minera de Aller, en donde la explotación del carbón tiene los días contados. Dramática es la situación en nuestras cuencas mineras.
Al exiliado cubano, excelente y bondadosa persona, le vimos siempre triste, preocupado, ausente. Estaba más allá que acá. Tenía contactos con otros compañeros de Revolución y desgracia, hasta que un día, enardecido y vital, me dijo: "Ha llegado la hora, me voy, me necesitan". E hizo el petate y se fue. Un fuerte abrazo, y él, muy emocionado, expresó así su agradecimiento a todos: "Nunca olvidaré esta generosa tierra allerana ni a sus bravos mineros, a todas sus gentes. ¡Gracias a todos! Un día volveré".
No volvió ni volverá jamás, porque José Luis Sauquillo Zamora sucumbió heroicamente en aquel desembarco en la playa de Cochinos, como todos los demás. El que fuera su compañero de Revolución en Sierra Madre, Fidel Castro, no les dio cuartel y la invasión fue un verdadero fracaso y una tragedia.
Desde el tiempo y la distancia, Luis Aguilé sigue haciendo historia y recuerdo con su canción. "Cuando salí de Cuba, dejé mi vida...". Sauquillo dejó la suya cuando intentaba volver con su revolución por la libertad y la democracia.
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