Trampas a la cooperación. ¿ninguneo a la solidaridad?
Dice el acuerdo PP-PSOE que en el presupuesto de cooperación internacional de 2015 la partida mantendrá la rebaja de este año, lo que, en un presupuesto global ligeramente mayor, significa otra reducción, quedando en el 0,11%.
¿Muy lejos del 0,7 que recomienda la ONU, verdad? Y a miles de kilómetros del pacto contra la pobreza que ambos partidos firmaron en su día, pero que con extrema facilidad olvidaron.
La cooperación tiene límites muy acusados, como mostraba en Oviedo el profesor Roitman esta semana, e incluso fue diseñado por los yanquis después de la segunda gran guerra, junto al “plan Marshall” pero de lo que nos ocupamos en general es de algunas pequeñas partidas, de algunas instituciones, y de un movimiento solidario, que se ha escudado en esa promesa para tratar de ejercitar la solidaridad internacional con los fondos públicos, en unas migajas reconocidas.
Esas migajas se han ido reduciendo hasta el ridículo. Por ello el reciente nombramiento de la ministra defenestrada para una comisión relacionada con la cooperación abunda en la siniestralidad.
Pero ¿estamos ya en el límite más bajo..? Qué más quisiéramos...
Porque hay que añadirle lo de la nueva ley, de las entidades locales, que, a falta de interpretación oportuna, ha servido para menoscabar esa capacidad de los ayuntamientos de tener esas pequeñas partidas solidarias. Y así, para salir de esas dudas, se han trasladado preguntas entre funcionarios. Las últimas afectan a Gijón, a Siero, a Langreo... Y como estamos a fin de año, y como esas preguntas tardan muchos meses en responderse, ¿quién paga el pato de la necedad burocrática?: las organizaciones, países, comunidades más vulnerables a las que supuestamente irían destinados los proyectos de cooperación en la supuesta lucha contra la pobreza.
¿A quién habría que meter en la cárcel si finalmente se perdieran esas partidas de los ayuntamientos citados y no fueran destinados a los fines para los que fueron aprobados?
¿ A las funcionarias, a las alcaldesas y alcaldes, a los funcionarios políticos de Madrid?
¿No tendría que haber desempeñado un papel proactivo y coordinador (si es que de verdad existían tantas dudas razonables) la Axencia Asturiana de Cooperación, como indica la ley Asturiana de 2006?
Poner zancadillas qué fácil es. Contribuir a aunar esfuerzos solidarios y superar palos en la rueda de carácter administrativo nos hace perder paciencia, tiempo, energías.
Cuando tomen su turrón tal vez alguno y alguna se acuerde: sectores vulnerables, desprotegidos, a los que destinaban unas migajas, puede que les hayan robado hasta esa nimiedad que para ellas puede suponer la vida.
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