Jeribeque

28 de Diciembre del 2014 - JOSE LUIS PEIRA GARCÍA (OVIEDO)

Llegamos al final del año con el decidido empeño gubernamental de hacernos ver que todo va bien y que de su mano se nos presenta un futuro maravilloso, envidia y asombro del mundo entro. El gran representante de los empresarios millonarios apuntala esta visión asegurando sin sonrojo que aunque los pobres mortales no tengamos la capacidad de verlo, los elementos del cambio ya están presentes, y que el que no lo crea es un mal español y un disidente. Es interesante esa capacidad de los líderes espirituales y morales para ver lo que la plebe no puede. Desde Moctezuma hasta lo de las armas de destrucción masiva la historia está repleta de tales visiones, ironía ilustrada en el cuento de “El traje del emperador”, en el que unos rufianes hicieron creer que quien no veía lo que no existía era un necio.

¿Por qué deberíamos dudar de semidioses con semejantes atributos?

Sin desbrozar mucho en la prensa más reciente, es sencillo cosechar numerosos datos que invitan a reflexión. Por ejemplo, el caso de Ana Mato. Retirada apresuradamente de su cargo ministerial ante las evidentes salpicaduras de un asunto muy feo, queda discretamente en la penumbra de un escaño parlamentario, se ve que lo que no es bueno para el partido sí lo es para los españoles, que tienen buenas tragaderas. Para mayor irritación y mofa del pueblo, se le concede a la ínclita señora una de esas vicepresidencias disponibles para casos de emergencia.

Jeribeque es una bella palabra en desuso que viene a definir arreglos, conchabamientos o maniobras trileras que distraen la atención. Este caso y otros muestran que la verdad no viaja en los grandes discursos triunfales y visionarios de los de siempre, sino que, más bien, hay que intuirla en esos gestos habituales, cotidianos y domésticos que no son capaces de esconder, pues la inercia de la costumbre y posiblemente su secuencia genética lo impiden. También los empresarios adinerados tapan sus miserias con desparpajo; uno de los nuestros será siempre uno de los nuestros, y la alegría con la que practican la impunidad ilumina el indiscutible inmovilismo de su realidad.

Sus cabezas parlantes pueden decir lo que quieran, o lo que el amo mande, pero mejor sería que usaran sus cualidades visionarias para adivinar el premio de la lotería y así animarnos a creer –Fabra estuvo a punto–. Entre tanto, algunos preferimos pensar que no desean que nada cambie, para que todo siga igual. A sus hechos me remito.

Cartas

Número de cartas: 46044

Número de cartas en Septiembre: 148

Tribunas

Número de tribunas: 2086

Número de tribunas en Septiembre: 8

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador