La lidia pasará a la historia
Señora alcaldesa de Gijón: siento una pena infinita al ver que usted ni como asturiana, ni como mujer, no ha llegado a tener la sensibilidad suficiente para no permitir que en la ciudad en la cual usted manda como alcaldesa se diera un espectáculo tan desagradable nefasto y sangriento como es la lidia de los toros. No le quepa la menor duda señora Alcaldesa, que la lidia de los toros pasará a la historia como un espectáculo vergonzoso para nuestra nación; solamente una minoría puede apoyar tan horrendo crimen, una minoría repito, que carece totalmente de sentimientos, ya que quien aplaude en la plaza el sufrimiento de un pobre animal echando sangre de su cuerpo a «borbotones», a mi juicio, deja bastante que desear en cuanto a sentir piedad por éstos u otros animales.
Doña Paz Fernández Felgueroso: me atrevo a asegurar que no todas las personas que estaban presenciando tamaña crueldad en la plaza de El Bibio eran de Gijón; no señora, la mayoría de los/as gijoneses gozan de otra clase de sentimientos de los cuales carecen las personas que estaban presenciando el referido «festejo» pero es usted como regidora de la villa de Gijón quien con su autoridad no debiera haber permitido un espectáculo tan deleznable a costa del sacrificio y sufrimiento de un pobre animal. ¿No siente usted remordimientos señora F. Felgueroso?
¿Es que no hay otras maneras de diversión más que festejando un espectáculo tan sangriento que a mi juicio es más bien propio de personas insensibles al dolor del pobre animal?
Señora Alcaldesa, como he dicho anteriormente este nefasto espectáculo más tarde o más temprano (ojalá sea más temprano que tarde) quedará abolido para siempre de nuestra nación; retrocedo en el tiempo y pienso, el enorme trabajo que les habrá «costado» a las personas piadosas el abolir el tremendo espectáculo de los antiguos gladiadores matándose en la arena. Es muy posible que de aquellos lodos...
Nada más, saludos cordiales para todas las personas de buena voluntad pero no para las que presencian el salvaje espectáculo de la lidia de los toros.
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