Carta abierta al Pap
Estimado Señor, por la presente quisiera darle las gracias por las palabras dichas en el mensaje del día de Navidad, dirigidas a las personas de países en conflictos y guerras, recordando, la alegría de la Navidad no es completa cuando hay miembros de la familia que no pueden disfrutarla, usted recordó especialmente en su felicitación a los más necesitados y desprotegidos, recordó que muchos no la disfrutan, incluidos tantos desplazados, prófugos y refugiados, niños adultos y ancianos, de Oriente Medio, que necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir a los rigores del invierno,
En cuanto a Europa, usted pidió a Jesús que ayude a quienes están sufriendo en Ucrania, y conceda a esa amada tierra superar las tensiones, vencer el odio y la violencia, y emprender un nuevo camino de fraternidad y reconciliación, asimismo, se refirió a los enfermos de ébola en Liberia, Sierra Leona y Guinea, y dio las gracias de corazón, a los que se están esforzando con valentía para ayudar a los enfermos y sus familias.
Hasta aquí todo correcto permítame decírselo, pero yo como español, eche en falta que no dijera algunas palabras sobre la situación de pobreza en España y la necesidades que tenemos para combatir el hambre, la desnutrición infantil, gente que pasa frio , porque no pueden poner la calefacción porque les han cortado la luz o el gas, el sufrimiento de muchos padres que en este día tan señalado como la Navidad, no tienen comida para sus hijos y tienen que mendigar por las calles, o acudir a los Bancos de alimentos, Caritas o rebuscando en la basura de los supermercados.
Por otro lado, también quería recordarle que en mi país ósea España (porque no me preguntaron cuando nací de donde quería ser ciudadano, hoy seguramente hubiera elegido otro) en España hoy día tenemos ciudadanos de primera, segunda y hasta olvidados como son los enfermos, crónicos, los de la enfermedades raras, los de la hepatitis B, que se están muriendo porque tenemos un gobierno de desalmados y no quieren darles un medicamento que les salvaría la vida, porque es muy caro, (dicen ellos) cuando por otro lado, están despilfarrando millones de euros en cosas mucho menos importantes, estos herejes que defienden que el aborto es un crimen, yo les digo que más crimen es traer hijos al mundo y dejarlos morir de hambre o por no atenderlos con la medicinas necesarias para salvar su vida, ¿Por qué lo más importante que tenemos es la vida humana?
Yo soy agnóstico, y desde ese punto de vista, opino respetando las creencias de todos. El agnosticismo, no rechaza la idea de que haya un ser superior, pero tampoco lo reconoce como el dios cristiano, cree que en algún lugar hay un ser superior que controla el universo, dicho lo cual para mi usted señor al que llaman EL PAPA, es una persona más, que desde su cargo puede y debe hacer muchas cosas entre otras, podía haber dicho en un día tan señalado como la Navidad, que la Iglesia Católica a la cual representa, dona: cincuenta o cien millones de euros para dar de comer y para otras necesidades básicas tenerlas cubiertas. A los necesitados españoles, ciudadanos europeos o de otro país a los que usted se refirió en su mensaje de Navidad, porque según dijo Jesús no solo de pan vive el hombre pero claro una cosa es lo que predican y otra la realidad, como aquello que algún cura dijo en su momento, no es lo mismo predicar que dar trigo.
Por otro lado según sus propias palabras dichas en alguna ocasión, la Iglesia Católica no necesita tanto dinero para llevar el mensaje de Jesús y su evangelio, le recuerdo Señor, que todavía está a tiempo, de hacer esa donación, viene otra fecha señalada por su iglesia, que es el día de los Reyes Magos, con esto no pretendo decirle lo que tiene que hacer o no hacer, pero le recuerdo estas fechas señaladas, como ustedes hacen dirigiéndose a los españoles cuando hacemos la declaración de la renta o dicho como hacienda el IRPF, para que marquemos la X en la declaración, para ayudar al sostenimiento de la Iglesia Católica y su labor social vía Caritas.
Me despido de usted Señor PAPA, y le digo que lo respeto mucho porque sé y me consta, que no lo tiene fácil, pero muchas personas creyentes o no (como es mi caso) sabemos que lo está haciendo bien, otra cosa es que le dejen, sin otro particular aprovecho la ocasión para saludarle atentamente.
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