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Aller, cita de dos cubanos exiliados

7 de Enero del 2015 - Ricardo Luis Arias (Aller)

Curiosa y sorprendentemente, otro exiliado, cuando cayó por Aller, como ocurriera con José Luis Sauquillo Zamora, que vimos aquí ("Cuba ¿libre?" 29-XII-14), pero en Caborana, llamada Angelines, Lines. Balsera, familiarmente Togo, también logró huir a Puerto Rico y allí coincidió con Sauquillo, y años después en Aller, como luego veremos. José Luis Sauquillo se vino a España y Togo Balsera, a los EE UU, donde se nacionalizó y llegó a destacar en el campo de la investigación y la ciencia. Veamos cómo es la interesante historia, un tanto novelesca, de Santiago Balsera.

Como su padre, al parecer, huidos también de Cuba, tenía ciertos familiares en Asturias, Togo decidió un día venir a conocerlos, conocimiento que, curiosa y sorprendentemente también, se amplió, casualmente y en Oviedo, con la que sería la madre de sus hijos. Balsera tiene su residencia en Tampa, EE UU, y allí se sitúa el flamante matrimonio. Pero antes diremos que en Caborana –entonces uno de los pueblos más importantes y ricos de la minería asturiana–, de donde es natural la mujer de Balsera, uno hizo que Sauquillo y Balsera se volvieran a encontrar, encuentro que fue verdaderamente emocionante, que terminó y se rubricó con una cena en Casa de Nisia, hoy historia también como la riqueza e importancia de Caborana. Sí, fue emocionante ver a aquellos dos exiliados cubanos recordar y revivir su odisea y la añoranza de su país, al que nunca regresarían ninguno de los dos.

Los trabajos y profesión de Santiago Balsera lo movieron de un lado a otro. Londres, Madrid, Gijón... Aquí, y nunca mejor dicho, echó el ancla porque, además, era un experto navegante. El mar, su mar, cuyas olas, cuando se enfurecían, salpicaban su casa, le hizo planear una travesía atlántica con su barco, que tenía en Florida. Después de una feliz y emocionante singladura asturiana, su historia, su belleza y su tipismo, Balsera regresó con su familia, ya definitivamente, a Tampa, en donde prepara ya su aventura atlántica: Florida-Gijón. Que lleva a cabo con otro experto navegante y amigo. Sin mayores contratiempos, la travesía del Atlántico fue buena y emocionante, pero no así el retorno, verdaderamente trágico y en el que estuvieron al borde del naufragio. Una feroz tormenta les hizo perder el rumbo y casi desmanteló el barco, pero por fin lograron regresar a Florida. Balsera había logrado realizar su aventura atlántica y demostrar que tanto él como su amigo eran unos expertos navegantes.

La navegación y singladura humana de Santiago Balsera, Togo, terminó en Tampa hace dos años. Ni él ni José Luis Sauquillo lograron poder volver a Cuba, cuyo recuerdo les acompañó a los dos hasta el último momento de sus vidas.

La esposa de Togo Balsera vive en Tampa con sus hijos y suele venir los veranos a Gijón, a esa casa suya que salpica el mar enfurecido. Un mar en el que Togo Balsera sigue vivo en la singladura del recuerdo.

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