Un banco también es un servicio público
Quizá la mayoría de clientes que utilicen la única oficina bancaria existente en San Esteban de Pravia (San Esteban de Bocamar) desconozcan el cierre de la misma en el mes de agosto.
Los responsables de esta decisión están catalogando a los clientes de esta oficina como de «tercera categoría». Es una decisión que demuestra el desprecio que la jefatura regional del banco tiene por «estos clientes», que son minusvalorados e ignorados, ya que seguramente ninguno tiene la «fortuna» suficiente para ser agasajado o reverenciado, como ocurre en otros casos.
La inmensa mayoría de los afectados son jubilados y de avanzada edad, pero llevan siendo clientes de la entidad desde hace muchos años y para ellos el banco es un servicio de primera necesidad. Tengamos en cuenta que todos ellos y el resto de clientes de esta oficina forman parte de la ciudadanía española que, por decisión del Gobierno central, prestó miles de millones de euros de dinero público a la banca española que, por lo visto, tenía serias dificultades económicas, desgraciadamente creadas por su propia y descontrolada ambición.
El cierre de la oficina de San Esteban es una prueba del «agradecimiento» que los dirigentes del banco tienen por sus clientes. Lo más triste de toda esta situación es que a finales de año nos enteraremos a través de los medios de comunicación que el banco en cuestión ha tenido un beneficio de varios miles de millones de euros. ¿Dónde se invierte ese beneficio? Pensamos que una pequeñísima parte podría servir para mantener abierta la oficina de San Esteban en el mes de agosto.
Como los responsables de esta decisión sólo tienen en cuenta «la pasta» y se olvidan del servicio público que prestan, a la ciudadanía sólo le queda una solución para resarcirse de esta lamentable decisión, que no es otra que cancelar toda vinculación con el banco y pasarse a otro banco o caja. Esta es la única respuesta que los dirigentes entenderían y así se evitarían decisiones de este tipo.
Por otra parte, aprovechamos la ocasión para «agradecer» al PSOE local, con mayoría absoluta en el Ayuntamiento, el silencio cómplice mostrado ante esta triste situación y su incapacidad para defender los intereses de todos los clientes del banco, teniendo en cuenta que una importante mayoría de ellos son sus votantes. El cierre de la oficina es otra prueba evidente de que este municipio sigue vegetando y se mantiene a la cola del desarrollo económico asturiano.
Marcelino García, Maximiliano Blanco y Silvia Álvarez, concejales de Cambio Siglo XXI, Muros de Nalón
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