Que los recortes comiencen por los políticos
En los últimos veinticinco años los políticos han llevado a cabo múltiples reformas laborales y privatizaciones de bienes públicos sin consultar a los ciudadanos mediante referéndum. Esos mismos políticos son los que luego se oponen a la reducción del número de políticos.
En otros países de la UE, en lugar de llevar a cabo reformas laborales y privatizaciones, suprimieron municipios y provincias. La UE ha determinado que para que un Ayuntamiento sea sostenible precisa contar con un mínimo de veinte mil ciudadanos; como en España la mayor parte no alcanza dicha cifra, ahí radica el brutal endeudamiento público y los múltiples casos de corrupción.
Un claro ejemplo del perjuicio está en la sanidad. Los políticos han suprimido plazas de médicos especialistas, de tal modo que los pacientes de los que se jubilan son heredados por otros facultativos, o bien son atendidos en una consulta semanal, cuando antes las consultas eran diarias; de este modo nos encontramos con pacientes que antes eran vistos en el mes, ahora tienen que esperar entre cinco y diez meses para ser atendidos en primera consulta.
¿No sería mejor para todos los ciudadanos que se redujese el número de parlamentarios regionales, alcaldes y concejales, y con el dinero que nos ahorramos se contratasen médicos especialistas? Pero esto no lo quieren los políticos, ellos se ponen rápidamente de acuerdo para defender las poltronas de la Junta General, así como ayuntamientos totalmente insostenibles, como son los que no alcanzan los diez mil vecinos, no digamos los que no llegan a los mil, y en los que se aumentan los impuestos, se privatizan los servicios y se empeoran las condiciones, pues el grueso de los presupuestos es para pagar los elevados salarios de alcaldes y concejales. Y que no te engañen diciendo que lo hacen gratis, puesto que ninguno está en política en plan voluntario: los que no perciben un salario fijo lo sacan con dietas y otros complementos, y por unas pocas horas semanales de asistencia.
En Asturias sobran políticos y faltan médicos y profesores.
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