Las primarias de IX sin emigración
Asturies es un país de emigrantes, nuestra condición es crónica y es difícil referirse a alguna etapa histórica en la que este triste fenómeno no se produjera en nuestra comunidad. Los lazos políticos y culturales se mantienen, las organizaciones políticas asturianas buscan la participación de las y los emigrantes en las elecciones autonómicas, se fomentan las interrelaciones buscando no perder los vínculos comunes.
Las organizaciones políticas deben abrirse a la sociedad, no sólo para ser reflejo, sino para ser sociedad. Una mayoría de las y los afiliados de Izquierda Xunida d’Asturies (IX) lo apoyamos y como resultado celebraremos elecciones primarias para elegir a nuestros cabezas de lista autonómicos y municipales. La dirección, insatisfecha, acató los resultados, pero parece no dudar a la hora de negar el voto a la emigración simpatizante o militante de IX.
A lo largo de la semana pasada seguí en la prensa asturiana las diferentes discusiones sobre las formas de votación. Mi asombro, como el de otras y otros muchos en mi situación, se convirtió en indignación al conocer que éramos directamente expulsados de la participación en la votación por nuestra condición de emigrantes sin posibilidad de desplazarnos a la sede autonómica en unas fechas y horarios concretos; igual situación que sufrirán históricos militantes de la organización.
La dirección de IX acaba de formalizar el voto rogado, ese voto contra el que combatimos primero en el Congreso y en el Senado a través de nuestros representantes; esa fórmula electoral que abole el sufragio universal es la escogida por la mayoría de la dirección de IX. Si ya la última reforma de la ley Electoral dejó a la emigración imposibilitada para votar, comparen las estadísticas electorales en el SADEI, lo que ahora aprueba la mayoría orgánica de IX supone sumarse al carro de PP, PSOE, para negar o interponer cuantas trabas sean necesarias para desposeer a la emigración de uno más de sus derechos, uno fundamental como es el voto.
Siento vergüenza de lo que esta mayoría orgánica aprobó, es directamente una falta de respeto, de educación política hacia la emigración asturiana, también hacia aquellos que pese a vivir en Asturies no tendrán posibilidades de ejercer su derecho al voto, bien por no estar el día de la votación o en ese margen concedido para el ingrato labor de suplicar el voto en la sede autonómica. El coordinador de IX, Manuel G. Orviz, excede los límites de la lógica exigiendo que la emigración recorra miles de kilómetros para arrodillarse y rogar el voto, convierte éste en un privilegio y estos no son derechos.
Mal empieza la campaña el actual coordinador y candidato a las primarias de IX, Manuel G. Orviz, despreciando de forma grosa y soez a la Asturies exterior. Privarnos del voto en las primarias no es que le vaya a pasar factura a usted, en el fondo es uno más, sino que pasará factura a la organización. Su ego pone en riesgo un proyecto común por el que muchos peleamos; su ego provocó que algunos quedáramos sin el carné de IX; ¿Para qué militar o simpatizar con una organización que nos quita derechos? Reflexione sobre sus actos y comportamientos, sobre sus palabras, y acuérdese de que usted también despojó de derechos a ciudadanos y ciudadanas.
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