Sor Julia, un referente en la enseñanza ovetense
Escribo esta carta en respuesta a otra publicada en este diario el día 16, en la que se hablaba sobre sor Julia y sus prácticas o métodos para enseñar a los alumnos.
Soy un ex alumno del Colegio Virgen Milagrosa que ha terminado este pasado curso la ESO y he finalizado mi etapa académica en el centro educativo, he pasado en el colegio doce años adquiriendo los conocimientos necesarios para el futuro, durante todos estos años me han dado clase profesores buenos y agradables, pero sor Julia no me ha dado clase, ya que se jubiló años antes de que entrara en el colegio. Sin embargo, he tenido mucho contacto con sor Julia, ya que desde bien pequeño era la encargada de la portería y estaba atenta de que ningún niño saliera a la calle o se portara mal. Luego, por las tardes, realizaba actividades extraescolares y mientras esperaba que llegaran mis padres a recogerme, pasaba el tiempo en la portería con ella, donde me enseñaba cosas como los números o se esmeraba en que aprendiera a escribir o me daba de merendar, eso sí, con muchísima paciencia, ya que era muy mal comedor. Sor Sabina me enseñaba en clase y sor Julia en la portería.
Los años fueron pasando y seguía saludando y charlando con ella hasta que venían mis padres, haciendo los deberes con ella, lo que me facilitaba enormemente el aprendizaje y me volvía a explicar algo de nuevo si no lo había entendido, siempre de manera cordial y divertida.
Más tarde, la tarea aumentaba y teníamos que elaborar trabajos de diferentes temas, ella era la primera que se movía y buscaba información rápidamente y en gran cantidad, me ayudaba a hacer unos trabajos realmente bonitos y con una información muy buena, que hoy todavía conservo.
Me acuerdo también cuando sor Julia acudía a la clase donde estudiaba y preguntaba a la tutora, sin que yo me enterara, sobre mis estudios y cómo iba en clase, todo un detalle a agradecer.
En la carta del pasado día escribe que a sor Julia le sobra soberbia y le falta caridad, pues en realidad en lo que se refiere a a caridad no le falta de nada, se preocupa por las personas e intenta ayudar en lo que le sea posible, ya sea en lo académico o de otros diversos temas.
Lo que es cierto, es que antiguas alumnas de la época de mi madre, cuando el colegio no era mixto, la recuerdan como una maestra estricta que las enseñaba, pero siempre desde el afecto y el cariño hacia ellas. Muchas de ellas cuando la encuentran le recuerdan lo rectas que se ponían a su paso y ella les contesta con una sonrisa.
La sustituta en la actualidad, que continúa dando clase, es sin duda sor Rosa. Cuando oíamos que venía, todo el mundo se sentaba en el pupitre y no se movía, a la hora de la despedida del cole era la que más autógrafos firmaba.
Esto significa que lo difícil y lo exigente es lo que te enseña y se recuerda con más cariño.
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