¿Quién se mofa de quién?
Vamos a ver, ¿quién se mofa de quién? ¿Los humoristas y los escritores satíricos que ponen en duda la existencia de dios alguno, o los diferentes “representantes” de los diversos dioses, quienes afirman que sus dogmas son sagrados, que negarlos es una blasfemia y que los que se atreven a hacerlo merecen la excomunión o la muerte?
Vamos a ver, ¿quién se burla de quién? ¿Los que dibujan irónicas viñetas sobre Dios o los que afirman que ese dios creó el mundo, con sus planetas y astros, la Tierra con todo lo que contiene, y al hombre, su obra maestra, en seis días y seis noches, y el séptimo, después de semejante proeza, no tuvo más remedio que irse a descansar?
Vamos a ver, ¿quién se ríe de quién? ¿Los biólogos que van descubriendo paso a paso, científicamente, el origen del Universo, de la vida y de la evolución de las especies, o los que afirman que todo fue creado por deseo de Dios, incluida Eva, la primera mujer, que fue un subproducto obtenido de una costilla de Adán, el primer hombre?
Vamos a ver, ¿quién se cachondea de quién? ¿Los directores de cine y de teatro que critican la sumisión de las mujeres a los hombres, antes en los países cristianos y ahora en los musulmanes, o los ayatolás, imanes y muftíes que obligan a las mujeres musulmanas a cubrir su cuerpo y a no usar pantalones, y las azotan si se niegan a ello?
Vamos a ver, ¿quién es más criticable? ¿Los periodistas que se atreven a denunciar el odio religioso que se transmite en las escuelas coránicas o en las sinagogas ortodoxas o en las escuelas cristianas integristas, o los “religiosos” que se encargan de transmitir ese odio que llevará a cometer terribles atentados y a desatar guerras en todo el mundo?
Vamos a ver, ¿quién es más ridículo? ¿Aquellos que no aceptan y ridiculizan la idea de que una mujer virgen pueda quedar embarazada y dar a luz al hijo de un dios, o aquellos que afirman que esa mujer concibió por obra del Espíritu Santo, fue madre sin perder su virginidad, dio a luz al hijo de Dios, y acabó siendo ascendida a los cielos?
Vamos a ver, ¿quién es más estúpido? ¿Aquellos que dicen que vivimos en una época de modernidad, que la moral y la sociedad pueden ser laicas, o aquellos que siguen aferrados a normas escritas hace más de mil años y que dicen que los niños nacen ya con un gran pecado, que el sexo es algo feo y la homosexualidad una infamia?
Vamos a ver, ¿quién es más inverosímil? ¿Aquellos que dicen que tras esta vida no existen ni cielos ni infiernos, o aquellos que creen en su existencia y condicionan su vida en base a esas creencias, hasta el punto de estar dispuestos a dar sus vidas por defenderlas o de morir matando para alcanzar un paraíso lleno de hermosas vírgenes?
Me temo que los que se burlan de nosotros son ellos, los que no aceptan ninguna burla. No, no es que los caricaturistas hayan provocado su ira, es que su ira y fanatismo provocaron la lógica reacción de esos dibujantes y periodistas, que no podía ser otra que combatir esas tan ridículas como nefastas creencias con la fuerza de sus lápices.
José A. Aguirre
Oviedo
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