Imersión
Sin vacuna, con un brazáu de limones, un litro de miel y medio kilo de paracetamol, va uno capeando el temporal. Sea ello a costa de ponerse bajo mínimos, con una hoja de ruta de prudente cabotaje; limitándose a no perder de vista la orilla. ¿Que aún queda mucho invierno? A mal tiempu, güena cara. Además, siempre nos quedará la TPA, que a pesar de los recortes, limpia, fija y da esplendor. ¿O acaso no es un lujo que nos ponga en estos tiempos películes en bable? Sobre todo, westerns, lo que antes llamábamos películes de vaqueros.
Es digno de admiración lo bien que pronuncia el bable Clint Eastwood. Cualquiera diría que ye de Mieres. O del mismísimu Tuilla, de donde salen líderes, apóstoles, campeones, soplones y rufianes a porrillu (a les vegaes, tou xuntu en un mismu volumen). Esto de les vegaes no lo entenderán en mi pueblu, que siguen pensando, los probes, que son de Fuentes, cuando en bable normalizáu, años fai que viven en les Fuentes. Pero estábamos hablando de vaqueros. Ves al cawboy grandón en la TPA entrando en el saloon, y piensas de inmediato "esti va pidir una sidrina".
¿Admiróse un portugués de ver que en su tierna infancia todos los niños en Francia supieran hablar francés? La admiración va por barrios. Ahora toca a España, donde nos admiramos de que la mayoría de los portugueses consigan hablar inglés con soltura. La clave está en que en Portugal no se doblan las películas y, como leer subtítulos jarta, la ley del mínimo esfuerzo les empuja a asimilar el inglés. Si echaran aquí "La que se avecina" en inglés con subtítulos en bable, en un par de años todos políglotas. Pero donde esté Nicole Kidman falando la llingua, que se dejen de inventos. Pa qué querés que aprendamos bable si ya lu sabemos. Atrincherados en tan sólida razón práctica, rechazaban los alumnos de ESO la enseñanza de la llingua. ¿Tú vístela más gorda? ¡Que pa qué lu van aprender si ya lu saben! Suspiraba la profe de Sociales desde la glándula pineal en la que Descartes anduvo buscando lo que Kant llamaría la razón pura.
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