¡Puño y letra por bandera!
La tecnología está acorralando a la escritura convencional. Países como Finlandia se preparan para eliminar definitivamente de sus aulas la docencia con puño y letra. Conscientes incluso de que hoy en día muchos jóvenes ya no son capaces de escribir una carta, osan detener la enseñanza caligráfica a los 7 años de edad, cuando los sistemas electrónicos imperantes habrán tomado el relevo. Esto me parece un retroceso cultural, pues en un período breve de tiempo tendremos generaciones incapaces de trazar grafías con sus propias manos.
El paso de la arcilla a la cerámica, de aquí a la corteza de árboles, dando más tarde el relevo a piedra y metales, que después trajeron consigo el papiro y el pergamino, hasta llegar al papel han marcado el progreso de la escritura; igualmente, utensilios como la pluma de ave, pasando por el pincel para terminar en el bolígrafo son una evolución. Sin embargo, el salto a sistemas donde se prescinde del ejercicio manual por mera rapidez o esnobismo resulta absurdo. Muchos artilugios electrónicos actuales no son más que una imprenta virtual portátil cuyo usuario se limita a usar un solo dedo pulsando un botón tras reconocer las letras.
Ahora muchos tildan de "románticos" a quienes defienden la escritura tradicional, que ha sido siempre uno de los firmes pilares de la educación y cuyo hábito y perfeccionamiento también han contribuido a definir una personalidad al cabo de los años. ¿Cuántos adultos no se han parado a ver cómo evoluciona su letra desde que aprendieron a escribir hasta la actualidad? Según estudios científicos, las grafías adquiridas con puño y letra son procesadas con mayor eficacia por el cerebro, que realimenta acciones motoras y aminora la dislexia. Informes recientes que muestran un panorama donde las futuras generaciones van conociendo la transición de lo manual a lo digital apuntan que aquellas letras que se han aprendido a mano activan partes del cerebro distintas de las activadas mediante el tacto en un teclado real y virtual.
Pensemos si esto se trasladara a las artes: ¿será lícito enseñar dibujo y pintura sobre una pantalla que ya tuviese pestañas con todos los colores, especies animales, vegetales y minerales, así como los más amplios ingenios humanos, reproducidos en fotos, iconos y símbolos?
Marco Antonio Molín Ruiz
Huelva
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