El entusiasmo y el esfuerzo periodístico
Con motivo de la fiesta del patrono de los periodistas, San Francisco de Sales, se desarrolló en el restaurante Casa Lobato de Oviedo un encuentro afectivo, solidario y de hermanamiento en el que se analizaron los valores de la profesión, el esfuerzo cotidiano a la hora de informar, el trabajo en equipo y lo más negativo: ese paro absurdo y atolondrado que está dejando a infinidad de compañeros en un ambiente de frustración y tristeza que conlleva sinrazón y desesperanza. Son momentos muy críticos para todo el espectro de la economía y especialmente para este oficio noble y entero como el periodismo de verdad. El tiempo nos dirá si ese desempleo se vuelve animado y podamos volver a esos años de ensueño, libertad y acción profesional.
Subtítulo: La festividad de San Francisco de Sales
Destacado: Orlando Sanz, fiel a sí mismo y a sus firmes convicciones de periodista de raza, nunca se dejó amedrentar por los poderes fácticos, tan amigos de apartar al que no comulga con sus planes
En el transcurso de este acto amistoso se entregó al veterano periodista Orlando Sanz Álvarez el título de honor de la Asociación de la Prensa de Oviedo, un correcaminos total que trabajó en las diferentes redacciones de “El Comercio”, LA NUEVA ESPAÑA y “La Voz de Asturias”. Eran otros tiempos alejados de las redes sociales, momentos de maquetación directa con el tipómetro y la linotipia esperando el acontecer diario, máquina Olivetti y esas salidas de madrugada hasta que los periódicos ya estaba sujetos a la vieja rotativa. Una época de recuerdos imborrables para Orlando Sanz, que explicó emocionado cuando se le entregó ese título merecido por sus años y su trayectoria envuelta en esfuerzo, entusiasmo y trabajo cercano. Evaristo Arce hizo una estupenda glosa del homenajeado diciendo que era un perfecto trabajador de la causa periodística y que con el tiempo, en su oficio, se erigió en un especialista de la información municipal, una manera de acercarse con estilo y dedicación a las cosas políticas locales y que en más de una ocasión le causó algún que otro problema. Y Orlando, fiel a sí mismo y a sus firmes convicciones de periodista de raza, nunca se dejó amedrentar por los poderes fácticos tan amigos de apartar al que no comulga con sus planes. Un trabajador de los medios que actualmente es todo un ejemplo para nosotros y para las nuevas generaciones de periodistas agarrados a esas tecnologías que todo lo pueden y que facilitan la labor de una buena información rápida, inmediata y directa.
El vicepresidente de la Asociación de la Prensa, Alberto Menéndez, incidió en unas palabras sentidas y cargadas de fuerza para describir a una persona que lo dio todo en su profesión y que ahora disfruta con la tranquilidad de una excelente jubilación de esas cosas sencillas que te convierten en un hombre nuevo con la satisfacción del deber cumplido. Se echó en falta al bueno del presidente del colectivo profesional, José Antonio Bron, aquejado de una patología que le impidió reunirse con sus compañeros. Desde aquí hacemos votos para que se restablezca pronto y vuelva a esa ejecutiva que tan buenos resultados está dando a pesar de estos años convulsos y críticos.
Y qué decir de las propuestas culinarias de Casa Lobato. Pues que la calidad reina en cada plato con una elaboración precisa y ajustada a los tiempos de cocción. Les fabes con almejes resultaron un plato de lujo, fino, trabajado en equilibrio y sabroso. Y lo importante: digestivo y cargado de sensaciones marineras y de campo. Un éxito. Lo mismo con el jamón ibérico de bellota –cinco arrobas– que causó aceptación por ese control organoléptico, quizá por momentos con rastros de exceso de sal (pero esta cuestión no impide alabar ese plato tan español). La carrillera de ternera asturiana estofada en vino tinto de Cangas del Narcea con milhojas de patata y tomate cazadora resultó muy original y es toda una propuesta que debe formar parte de esos manjares de la actual cocina regional. ¡Notable descubrimiento! Y a Maxi Alberto Rodríguez se le veía feliz por eso de utilizar en el plato esos vinos tintos de su territorio de nacencia. Y el soufflé Alaska muy estiloso y con la labor bien ajustada, sobre todo en el campo del azúcar y el mantecado. ¡Bien!
Y tras este convivio estupendo se celebró un año más nuestra festividad entre afectos, debates –pronto el Colegio de Periodistas–, aplausos, animación, charlas distendidas y brindis con esos rigurosos vinos Viña Esmeralda y Cerro Añón. Deberíamos juntarnos con más frecuencia los periodistas asturianos al estilo de esta festividad y conocernos un poco más. A lo mejor, las cosas irían por derroteros más afectivos y cercanos. Un beso a todos…
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo