La Nueva España » Cartas de los lectores » Tristeza de una despedida

Tristeza de una despedida

30 de Enero del 2015 - Maria Aurora Barros Viña (Avilés)

No sabía cómo explicar la tristeza que puede invadir a una persona para llegar a quitarse la vida por amor. La tristeza puede invadirte por diversos motivos. Yo tengo cierta tendencia a la tristeza, por ello entiendo aun sin comprender después de haber leído el conmovedor diario de la escultora Marga Gil, que se enamoró en secreto del poeta y Nobel español Juan Ramón Jiménez, y que se publica 83 años después de quitarse la vida.

Yo me pregunto: ¿será amor, será pasión , cariño fraternal, maternal???

El caso es que me ha dado el aliento suficiente para yo poder entender el tipo de cariño, amor, que yo, que nosotros sentimos y que nos hace no llevarnos a la trágica situación de Marga Gil, pero sí a experimentar, a sentir la tristeza inexplicable pero real que sentimos los humanos en muchas ocasiones, cuando te encuentras en situaciones críticas, bien por amor, bien por la pérdida de un ser querido.

Es el caso que yo ahora intento plasmar aquí, con un poco más de raciocinio que Marga Gil, el sentir, la pena, la tristeza por esta querida tía que tan idealizada teníamos, que pensamos que jamás podría desaparecer de nuestro entorno, que la teníamos como oro en paño entre nosotros protegida como si estuviera en una urna evitando así cualquier daño o contagio atmosférico que tantos males nos pueda proporcionar.

En realidad, al menos yo, como una persona sensible y soñadora, pensaba que podría tenerla con nosotros durante toda la vida aún siendo consciente que no es posible porque la vida es como es, para unos más para otros menos, pero en definitiva ingrata.

Esta tía que en estos momentos se encuentra esperando abandonarnos, aun en contra de su voluntad.

Esa mirada tan triste y melancólica que Marga Gil tiene en su foto, esa es la que ahora nosotros tenemos cuando la contemplamos en sus últimos momentos, esperando que de un momento a otro se produzca el desenlace.

Esta querida nuestra tía, Nena, que me ha hecho recordar para siempre lo bonito, que es el Carbayedo, lo que le gustaba tomar el vermut en el Carreño, la Tatagulla, entre otras cosas Nena de mi alma, el Carbayedo para mí, para nosotros, siempre ha sido un lugar maravilloso, pero ahora Ahora el Carbayedo tendrá para nosotros un significado muy especial. Recordaremos siempre tus vermuts y tus tardes al sol en ese banco que en la temporada estival disfrutabas bajo su sombra y en invierno tanto te gustaba tomar el sol porque los árboles que le rodean y le dan sombra en verano, permitían que tomaras el sol durante el invierno y para ello mudaban sus hojas, para ello y por ello, para que tú pudieras disfrutar de los rayos del sol.

Esa mirada tan triste, esa cara melancólica de Marga Gil, es la que ahora tengo yo, es la que tenemos ahora nosotros al sentir que se nos va nuestra querida Nena.

La diferencia está en que nosotros, yo, podremos vivir sin tí. Estarás en nuestro recuerdo durante toda la vida, pero seguiremos viviendo, sobre todo por tí.

Cartas

Número de cartas: 46053

Número de cartas en Septiembre: 157

Tribunas

Número de tribunas: 2086

Número de tribunas en Septiembre: 8

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador