Una histórica lección
En el “Sahara occidental español”. He leído varias novelas del culto doctor Luis María Játiva, históricas las más de ellas, rigurosamente documentadas, y desde el comienzo de la lectura, insospechadamente, la atención cautivan de cualquier sorprendido lector, por la sabia y escueta sencillez escritural, donde en el subconsciente del narrador, vivo se despierta un poeta a todas luces improvisador. En principio, nos vale el prólogo de la obra en cuestión, en que, de manera sucinta, su pluma breve nos expone la repartición entre marroquíes, argelinos, españoles, saharauis y árabes, cuando a finales de los años sesenta, hasta 1976, prácticamente la “Provincia española del Sahara” deja de ser y en que los fronterizos Argelia y Marruecos alejan de España lo que tanto en el tiempo costó... Es una soberana lección que vale la pena en los momentos actuales releer, en que los venerantes de Mahoma ante el mundo se hallan en primera fila guerrillera llamando internacionalmente la atención.
Es el escritor, poeta, Játiva, conocedor como pocos, porque casi desde la niñez, muy joven, conoció las inmensas dunas de lo que ha milenios fuera mar y que ahora es un interminable desierto y que por eso sus versos nos dicen así: “Una jaima, un camello, un cuervo./ Ni una sombra, ni un árbol, ni una mata,/ Arena riada más, dunas eternas...”. Y entre familias, los personajes de Safir el Safir, ante el fundamentalista Tidia in Kasir, del Koran, Chej de los Vead Tiven Yalum, en una inolvidable fiesta de comilona, en que la bella Yehula, única hermana de Safir, e hija muy querida de sus padres Yemal Ali y Hamila, tañendo magistralmente un violín, entona a su camello esta canción: “Batu Batu/ Batu se llama mi camello./ Tiene ojos de fuego./ Piernas de acero./ Su piel es suave/ hermosa./ Cuando camina/ Vuela como el viento/ Sobre las arenas del desierto”. ... Es la canción más emocionante que Karin Ben Yalum jamás había oído y que en la soledad de las arenas del desierto siempre recordará... Como el militar español, teniente Fernández, enamorado de la cantante y ésta también de él, siendo un amor imposible, un cristiano y una mahometana, hoy como ayer, en pleno siglo XXI, parece mentira, no puede ser...
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