Privatización de posgrados
Algo fundamental para el desarrollo de un país son los posgrados formativos. Es un concepto que se integra en otro más importante para las personas: su empleabilidad. La empleabilidad es algo simbiótico entre: A) La observación y la orientación ocupacional. B) La formación permanente dual de másteres y posgrados. C) La colocación atendiendo a las ofertas de empleo. En esto nuestro país se comporta como una nave desarbolada con el sursuncorda al mando. Pero hemos de decir que no es Wert quien privatiza los másteres y posgrados, sino que sólo usa como modelo la labor que los gobiernos de Felipe González comenzaron (por abajo) con la privatización de los posgrados que ya impartía entonces el Ministerio de Trabajo para la promoción profesional a técnicos de los trabajadores en los sistemas productivos, un logro de los AASS conseguido con el consentimiento de la denominada formación reglada, que realmente es inicial. Estos posgrados que provenían del MT ya están privatizados o con sus centros propios funcionando como «centros colaboradores» (privados) con sus profesores contratados temporalmente y sin funcionarios docentes. Una situación legal de negocio ésta en la que se lucran sin ánimo de lucro (con el dinero público) los entes formativos privados.
La única forma de reconducir socialmente esta situación está en volver a los estados anteriores con funciones y servicios realizados por funcionarios, o bien que el Estado abone económicamente los gastos por tal actividad formativa a todas las personas que buscan su empleabilidad siguiendo el itinerario de todas las actividades formativas y productivas de la Formación dual (haciéndolo donde ellos elijan y sean seleccionados) para alcanzar así una colocación en un puesto de trabajo de la ocupación deseada. (Algo de lo que se trata en el escrito anterior: «Liberalidad, accesibilidad y Formación dual»).
Seguimos sin comprender el EQF y el plan de Bolonia. Piensen en esto: doctor ingeniero químico, ingeniero químico, graduado en química, técnico de análisis y control. Son sólo la hipotenusa del triángulo de la empleabilidad superior con sus cuatro niveles del EQF como cateto vertical, siendo el horizontal: la preparación, el grado, el posgrado y la excelencia. El técnico de análisis y control (CFGS) podría realizar posgrados hacia ocupaciones como: «Analista microbiológico», «Operador de planta química», u otras; el graduado universitario en química podría hacer el máster de «Ingeniería química» (que es uno de los varios másteres que podrá realizar) para seguir después (ya con trabajo desde la empresa) con su especialización hasta llegar al doctorado. Aunque en el máster de «Ingeniería química» se hubiesen tenido prácticas en un laboratorio simulador de procesos químicos, nunca es lo mismo que trabajar en empresas como: Asturiana de Zinc, Química del Nalón, Bayer, Fertiberia, Du Pont u otras..., donde completaría la promoción profesional con la alternancia de la formación dual permanente a todo lo largo de la vida.
¿Deben privatizarse con el dinero público los posgrados que conducen a la empleabilidad de las personas? No. Como tampoco se debe, con el dinero público, contratar a «agencias de empleo» privadas para colocar a personas desempleadas.
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