La ignorancia de las leyes no sale gratis
El pasado 1 de enero entró en vigor la reforma fiscal aprobada por el actual Gobierno de la nación, y en ella hay una disposición adicional única por la que se da de plazo desde el primero de año hasta el 30 de junio de 2015 a los emigrantes retornados que cobran pensiones del extranjero y que hasta ahora no las declararon para que se pongan al día con Hacienda, presentando declaraciones complementarias por cada uno de los años aún no prescritos (cuatro últimos ejercicios fiscales).
Ya transcurrió todo el mes de enero, y de cuantos pensionistas conozco que están en esa situación frente a Hacienda, a fecha de hoy ninguno recibió por parte de la Agencia Tributaria comunicado alguno informándoles de la existencia de la nueva normativa, para que comiencen a hacer los trámites pertinentes en el plazo indicado sin correr el riesgo de ser después sancionados por no haber cumplido con sus obligaciones fiscales.
Hacienda, en este caso, da la impresión de que cree que los abueletes lo primero que hacemos cada mañana es leer el BOE para estar al día de cuanto el Gobierno aprueba. En mi opinión, ya cometió durante todos estos años el error de no haberles advertido cada año de su obligación de declarar las pensiones que perciben del extranjero. No se trata de dinero negro ni oculto, estas pensiones se cobran a través de nuestros bancos cada mes, y la propia Seguridad Social creo que tiene los datos de cada perceptor o beneficiario de las mismas, lo que hace aun más difícil de entender que se hayan esperado tantos años en tomar medidas de este tipo, pudiendo haber evitado a tiempo el que muchos, por desconocimiento de sus obligaciones fiscales, se vean ahora en semejante situación, que en muchos casos a buen seguro les llevará a tener que hacer desembolsos de cantidades de las que quizá no disponen.
De otra parte, se está sentando un negativo agravio comparativo frente a cuantos llevamos declarando en período voluntario estos rendimientos desde el primer día, hace bastantes más años de los cuatro que se les exigen a éstos ahora. Extraña manera, a mi entender, de impartir justicia, por mucho que nos digan que Hacienda somos todos.
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