Ya nada es sorprendente salvo la idea de Dios
Primero desayuno y a continuación leo, generalmente no paso de los titulares, prensa digital. Hoy no pude privarme, al fin y al cabo, me cuesta convencerme del todo, creo que aunque muy raro, soy un ser humano, por eso, decía, abrí los videos de Arabia Saudí, país, como todos sabemos, íntimo de Occidente, y no digamos del ex coronado español, que muestra como la autoridad de estos que nos honran, y a los que honramos, con la suya y nuestra amistad, detienen el tráfico un momentito para en el paso de peatones cortarle la cabeza a una mujer, eso sí, de forma muy pulcra y aseada, pues primero extienden una alfombra en el suelo, entendiendo que limpio no es el que limpia sino el que no mancha. El siguiente video muestra cómo los devotos creyentes del EL queman vivo al piloto jordano. Este video lo he visto forzosamente complementado con el monstruo de Cuétara retozando gozosamente en la taza de leche mientras se traga las galletas, y a Nadal sonriendo complacido y feliz porque Mapfre es su compañía de seguros.
De ser el personaje de Schwarzenegger en Twins, un ser inocente y puro por haber sido criado totalmente aislado de la corrompida y corruptora sociedad, pues sin duda, claro está, me habrían sobrecogido las imágenes que acabo de sintetizar, lo que ahora mismo no sabría decir cuales de ellas me habrían resultado más impactantes y aberrantes, si las de las ejecuciones, o las de la putrefacta sociedad que se escandaliza de estas imagines al mismo tiempo que se aprovecha de ellas para vender sus productos.
Pero, al menos para mí, ya nada es sorprendente, salvo que haya quienes creen en la existencia de un Ser todopoderoso al que hay que amar sobre todas las cosa. Un Ser del que, de existir, y eso si que me lo creo a pies juntillas, seríamos su imagen y semejanza.
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