La falta de voluntad política, problema grave en Siero
El pasado 13 de enero, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que recorre la franja cinco meses después de la última guerra, tuvo que meditar una respuesta cuando un estudiante de 14 años de Gaza le preguntó: "¿Cuándo se va a reconstruir nuestra casa?". "Haremos todo lo que podamos para que sea lo antes posible", le contestó.
Como estos problemas nos desbordan en nuestro país, quiero abrir una reflexión sobre la indignación dolida de nuestros vecinos en la localidad de Lugones, en Siero, que hace diez meses su casa fue pasto de las llamas, unas llamas que comenzaron en la vivienda del vecino y destruyeron por completo la de Logina Bueno y José Rodríguez, que desde entonces luchan sin descanso por solucionar el problema que sufren desde aquel 24 de marzo de 2014, en el que se les quemó su casa. Diez meses, y que continúan a día de hoy, en que el Ayuntamiento de Siero no les da a las víctimas propietarias del inmueble la licencia para reconstruir la vivienda, ni les expropia. Longina y José empiezan ya a peder la esperanza y una familia sin esperanza es caldo de cultivo para la desesperación. El Ayuntamiento nada hace, les deja la situación en la que continúan sufriendo, sabedores de que a partir de marzo tendrá que pagar el alquiler de la casa donde ahora están, que no tiene subvención ni ayuda municipal alguna. Muy cómoda esta postura del Ayuntamiento, que da muestras de falta de humanidad y de tener una mentalidad deformada. De qué clase de sensibilidad carecen estos políticos que pueden pasar –si es que lo hicieron– por este lugar en Lugones y no tener ni sentir el menor pudor de ver lo que esta familia padece en esta situación.
Como es probable que aún no hayan caído del guindo, decirles que los vecinos mostraron su respaldo a la familia en una concentración delante de la vivienda. Ningún miembro del gobierno municipal se desplazó hasta el lugar; el regidor, Eduardo Martínez Llosa, en su agenda tenía que debía hacerse la foto sosteniendo el cartel de Comadres. A ver si aprendemos de una vez que son los culpables de todo esto.
La anécdota es algo más sofisticada. El portavoz socialista, Ángel García Cepi, reclamó una solución a este problema. "Sabemos que el PGOU es como es, pero hay que buscar alternativas a este problema, porque las hay".
Cepi aseguró que todo depende de la voluntad política del equipo de gobierno, que está demostrado que en este caso no la hay.
Me digo: "Qué forma tan didáctica de explicar un proceso complejo".
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