Dos acontecimientos el 31-E
El mes de enero agonizó con dos acontecimientos, muy dispares, de mucha importancia carpetovetónica. Nos referimos a la manifestación de Podemos, el día 31, en Madrid, y al fallecimiento en Barcelona del editor José Manuel Lara, que para muchos no tendrá importancia. Lara, hijo de otro Lara, andaluz, que se afincó en Barcelona y montó la editorial Planeta –posiblemente, la más importante de Europa–, a la que dio un giro ejemplar de independencia a la hora de publicar libros. Y así vimos cómo Lara padre, y en tiempos tan politizados, acogió por igual a escritores de izquierdas y de derechas, entre los que citaremos, como botón de muestra, a dos grandes autores: Montalbán y Gironella. José Manuel Lara, que se identificó siempre como español y catalán –y esto creo que hizo vomitar bilis separatista a Pujol y a Mas–, continuó la misma línea objetiva e independiente de su padre, más bien incrementada, como lo demuestra el hecho de que el periódico "La Razón" y la cadena Sexta de televisión, tan dispares y antagónicas, sean de editorial Planeta, cuyos premios de novela son famosos en el mundo mundial.
Sí, el fallecimiento de José Manuel Lara es un acontecimiento nacional, pero triste y doloroso. Los Lara, padre e hijo, han sido los mejores editores que ha tenido España, y unos buenos representantes de su marca en el mundo del libro y de la cultura.
El otro acontecimiento fue la manifestación de Podemos en Madrid, en la que hubo de todo contra la casta, el PP, los bancos y todo eso que este partido tiene en su punto de mira político y extremista. Vimos pancartas insultantes y ofensivas, como "Rajoy, vete a la mierda" y "Tic, tac, Rajoy, boom", que se puede tomar como una "explosiva" amenaza. Naturalmente, la bandera republicana no podía faltar en este evento multitudinario de un partido que se da ya como ganador en las elecciones. Pablo Iglesias ya se ve en la Moncloa –¿se instalará en ella así, descamisado y con su enorme coleta?– y cambiándolo todo por un sistema bolivariano. Bueno, las urnas lo dirán. Pero que no olviden los que cantan ya victoria electoral, ya sean de un color o de otro, que dichas urnas suelen pegar sustos de infarto. Si Podemos fuera un partido de una izquierda moderada y respetuoso con los demás, sí podría tener posibilidades de desbancar al PP y al PSOE, cuya alternancia en el poder deja bastante que desear, y ya no digamos nada de una corrupción tan generalizada. Y de tanta garrapata chupando del poder un mandato y otro.
La campaña electoral cada vez sube más de tono, se desmadra, radicaliza y sólo falta ya que algunos se tiren a la yugular del contrario. Bueno, pues a uno, dicho sea una vez más aquí, le importa un rábano que gobierne un partido de izquierdas o de derechas, sino que gobierne bien y para todos. Y la paz.
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