Fraseología política
Todas las semanas, los políticos –sobre todo los del PP– nos congratulan con rimbombantes frases, publicadas en la prensa, radio, televisión, digitales… Y luego resultan ser, la mayoría de ellas, salidas de pata de banco, cuando no mentiras.
Hace unos días desde la UE, con la Troika ya desesperada, leíamos: "Bruselas observa inquieta el auge del populismo mientras negocia con Grecia". Pero ¿qué se pensaban esos de la Troika, que Tsipras y su ministro de Economía les iban a recibir con los brazos abiertos? Creíamos un poco más listos a los de la Troika. O sea, que por culpa de sus reformas aumentan desmesuradamente el paro y la miseria en Grecia –también el nuestro–, la deuda griega se dispara y les reducen el PIB… ¿Y encima se preocupan con lo que haga el partido Syriza? ¡Qué dislate!
Pero es Mariano Rajoy el "trending topic" de la fraseología tontaina política. Este fin de semana en Barcelona: "Rajoy replica a Podemos: son unos tristes; no acepto la España negra que pintan". Vamos avanzando en insultos: nos llamó hace meses "cenizos". Y ahora, que somos unos tristones que pintamos de negro España. Bueno, él es el que pinta en bastos, y la tinta negra nos la da su forma de gobernar con recortes, aumentos del paro y precariedad laboral, amén de otras muchas penalidades… Y no están el patio ni el bolsillo –el de la inmensa ciudadanía española– para tirar cohetes. Por mucho que se empeñe Mariano Rajoy, no pinta en blanco la "marca España" de la que él se pavonea tanto. La tristeza y el pesimismo nos los inculcan él y sus políticas. Esperemos que si Rajoy "no acepta esa España que pintamos", que coja sus bártulos y se vaya… a la oposición o a China.
En la misma línea del PP, su diputada Arenales, en TV La Sexta el sábado pasado, le recriminaba a uno de los dirigentes de Podemos, Luis Alegre, que en la manifestación de la Puerta del Sol apenas se superaban los 100.000 manifestantes (decía ella que el PP tiene 800.000 militantes). Y añadía la Arenales: "Cuántos millones de españoles se quedaron en casa y no fueron a esa manifestación". ¡Vaya argumentos simplones! Creo que a las neuronas de esta parlamentaria pepera les falta sustancia gris básica. Y cuando se manifestaban sus militantes del PP en contra del aborto, cuántos fueron y cuántos nos quedamos en casa (millones de españoles no acudieron a ese evento antiabortista de la derecha). Cuántos les votaron a ellos en las últimas elecciones y cuántos no les votaron (todos juntos, los otros partidos más las abstenciones, les triplicaban). A esta señora se le va la pinza…
Por hablar de otro político, muy dado a la fraseología incoherente y más preocupado por que no le muevan la silla que por la coherencia de su discurso político, es Pedro Sánchez. "Presenta al PSOE como el único partido que no divide a los españoles". Pero este señor ¿observa la realidad social y sabe interpretarla? ¿Sabe que su partido es el que más se ha dividido y que más ha decepcionado a los españoles? La sangría de votos de su partido a otros es alarmante. Y el líder del PSOE ni se entera: más grande será su caída.
Se cree la única alternativa posible al Gobierno del PP.
Otro adicto a la fraseología de los "papanatas" es el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno Bonilla. Afirmó en rueda de prensa, y ante numerosas televisiones, que "la política con mayúsculas se hace desde el consenso y el interés general de los ciudadanos. ¿Pero es que no se entera este Bonilla de lo que hace normalmente el PP en el Congreso de los Diputados o en el Senado? Sus colegas peperos aprueban leyes generales sin consenso. ¿Qué ha hecho el ministro Wert, apoyado sólo por el PP, con el decreto de flexibilización del sistema universitario español? Han ratificado tres decretos reales, vitales para la educación pública de los españoles, sin acuerdo ciudadano, ni parlamentario, ni universitario. Y para rematar la faena, el PPSOE firma, sólo ellos, sin otros apoyos políticos, el pacto antiterrorista contra el yihadismo. ¡Y dicen que no son mentirosos!
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