Carta abierta al secretario de Estado para el deporte
Sr Cardenal:
Absurdo es que una persona con su cargo hable con un desconocimiento absoluto del funcionamiento del deporte modesto en Asturias, como lo es también que sea usted un cargo público nombrado por un gobierno como el suyo nos hable de precariedad laboral, cuando son ustedes quienes han hecho en este país la reforma laboral que más atenta contra los derechos de los trabajadores de toda Europa, aun así nos dice que la solución no es quitar derechos sociales a quienes trabajan, desfachatez y poca vergüenza es lo suyo.
Desconocimiento de la realidad cuando nos habla de entrenadores en los clubs modestos que perciben cantidades que rondan los 300 euros, si lo desconoce es usted un ignorante, si tiene esos datos le mienten, si no los tiene, y aun así los da, un mentiroso, usted sabrá porque.
Entiende que, pero no da. Si usted que es el secretario de estado para el deporte entiende que el deporte modesto necesita ayudas, ¿porque no tomas medidas correctoras y solucionar este asunto? O simplemente apelan a recortes en las subvenciones es su único argumento y con esto justifica cualquier tipo de injusticia.
El artículo 43.3 que establece que:
Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte
Aplicar la Ley del Deporte, actuando sobre los Clubs modestos, no hace otra cosa que exprimirlos. Esta medida supone limitar la figura del voluntariado y la obligatoriedad de afiliar a la Seguridad Social y abonar las correspondientes cotizaciones a aquellos deportistas, entrenadores, técnicos, monitores, preparadores físicos, etcétera, siempre que exista una retribución por parte del club, por mínima que sea.
Además, esto obligará a los clubes del deporte base a contratar asesores laborales y fiscales, a variar toda su contabilidad y organizarse digitalmente y con los softwares adecuados en cada caso, sin subvenciones, que usted reconoce que no dan.
Señor Cardenal, hablamos del deporte modesto, donde los directivos ponen su tiempo y en muchos casos dinero para fomentar la práctica deportiva, donde miles de voluntarios aportan su esfuerzo para la formación de l@s niñ@s, no es un trabajo, es el esfuerzo de miles de personas por ayudar y potenciar el deporte que les gusta.
Fiscalizar a voluntarios, penalizar a directivos exigiéndoles responsabilidad con su propio patrimonio no es fomentar el deporte modesto, es destruirlo y dejar el deporte en manos de los clubes profesionales, que por ejemplo en el caso del fútbol profesional acumulan una deuda que roza los 500 millones de euros.
El incluir a estos cientos de miles de voluntarios en el régimen general de la SS, más hacerlo ahora cuando hay un nivel de desempleo bochornoso, aplicando una ley d 1985, no es otra cosa que aligerar la lista del paro a costa de la total aniquilación del deporte de barrio, el deporte humilde de las clases menos favorecidas. No estamos hablando aquí de la regulación de deportistas profesionales, de las SAD, de la copa David o del hípico, estamos hablando que nuestros jóvenes puedan practicar su deporte preferido en sus barrios, con sus amig@s sin que esto suponga una sangría económica para sus familias
SEÑOR CARDENAL, EL DESCONOCIMIENTO Y LA IGNORANCIA, NO LE EXIMEN DE SU RESPONSAVILIDAD.
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