Asturias vibró en Fitur

La Feria Internacional de Turismo -Fitur- volvió una edición más a exponer lo más representativo del universo relacionado con la actividad turística en todo el mundo. Una cita ineludible para los empresarios del turismo, los touroperadores y los periodistas del ramo y, por supuesto, con el trasfondo de todo lo que se mueve en esa destacada faceta de esta industria fuerte y decisiva.

Y en todo el entramado ferial, mucha animación profesional en los primeros días con movimientos notables de acciones y resultados económicos. El público en general disfrutó con generosidad y ambiente -el fin de semana-, observando los diferentes pabellones que poblaron el recinto de esta cita internacional y cargando sobre sus espaldas esas bolsas de regalo y esos estupendos folletos que sólo sirven en muchos casos para una ojeada rauda y poco más… Colas infinitas para probar un sorbo de tequila, un café de Colombia o un culete de sidra… Aquí, en esta feria de las vanidades, existe ese encanto por esas colas de leyenda para recibir esas dádivas que en verdad no merecen la pena, pero que atraen al público. Mucha espera para un detalle nimio… En fin. En otras ediciones cuando la crisis todavía no había aparecido por nuestros rincones acudir a Fitur era una asignatura de cumplida obligación y disfrute de apetencias y siempre había un bocado que llevarse al estómago, y si no que se lo digan a los compañeros de TVE Pedro Horcajuelo, buen realizador del telediario, José Antonio Peláez y Luis Romasanta, informativos y verdaderos visitantes de lujo en una feria que para ellos forma parte de sus vidas en esas jornadas de últimos de enero. Ellos llevan muchos años actuando de auténticos notarios de la calidad y la simpatía, conocen muy bien los entresijos de esta feria, sus pabellones, la gente y hasta colocan la puntuación para otorgar el premio al mejor stand del certamen. Son los amigos y compañeros de Fitur que, sin ellos, la cosa no marcharía como hasta ahora. Ellos me apuntaron que el pabellón de Asturias había estado a un nivel sobresaliente. Un espacio muy funcional, calidad y presencia en las azafatas, mucha promoción y una estupenda gastronomía, realidades que no se observaron en muchos pabellones de la querida España representados en este mercado turístico.

Ellos son excelentes conocedores de la causa Fitur y con sus orientaciones la Feria sigue su caminar y su estilo, con una proyección importante y destacada para que el turismo de verdad adquiera compromiso y fuerza económica.

Y el pabellón asturiano, con esos 30 años del anuncio corporativo, "Asturias, Paraíso Natural", alcanzó popularidad y señorío. Se vio en el panorama ferial y el Principado sobrevoló por encima de sus vecinos con un estilo sobrio, ánimo institucional, belleza de ideas. Charlas, debates, coloquios y parlamentos en torno al fenómeno turístico significaron hechos relevantes de lo que representa acudir a un certamen internacional de este calibre. Todo cuasi perfecto, y el restaurantista Sergio Rama dejó el pabellón culinario asturiano a niveles de razón y sentimiento. Que es mucho. Arte coquinario en sus propuestas, alabadas por la infinidad de animosos que se acercaron por el pabellón astur -visita VIP- y probaron las esencias gastronómicas elaboradas por Sergio y su equipo. Y en paralelo la guisandera Viri, con su llar a cuestas por todo el stand, ofertando simpatía y "Virilletas", unas sabrosas galletas de sabor a mantequilla, bien trabajadas, que causaron sensación a todos los presentes, lo mismo que las delicias de la Arcadia, unos bombones de avellana puestos a disposición del público por los ediles de Laviana para conocimiento de lo que se hornea en las tahonas y confitería de ese concejo del alto Nalón. Los promotores de Teverga también ofertaron ricos trozos de bizcocho local con la aportación sápida de la yerbaluisa. Excelsos productos de la dulcería regional. Asimismo, muy bien Ana Paz Paredes con la presentación de su libro de cocinas y pucheros, un recorrido esmerado y gentil por diferentes casas de comidas de la región donde el comer bien y a estimado precio no tiene secreto.

En definitiva, una feria Fitur marcada por la ausencia de países como Francia, Holanda y Alemania, entre otros, de necesidad y obligación para que Fitur sea una feria completa y equilibrada. La capital española de la gastronomía, Cáceres, ofertó en su recoleto pabellón la importancia de su esencia turística y culinaria, y FEPET volvió a reunir en su stand a los amigos de Puerto Rico con debates y encuentros acerca de la realidad turística de España y de ese país amigo. También aquí se anunció el congreso nacional de este colectivo profesional. Será a mediados de marzo en la ciudad de Badajoz. Y Fitur ya está en marcha para el próximo año, con nuevos países y originales propuestas, buscando más la calidad que la cantidad.