MEMORIA Y CONDUCCIÓN
Siempre se ha dicho que para conducir un vehículo con seguridad hay que hacerlo con mucha prudencia y mucha atención.
Durante el manejo de vehículos pueden surgir dos tipos de eventos: los dependientes de nosotros mismos y los ajenos a nuestro control. Para intervenir sobre los primeros, debemos de conducir con prudencia, ateniéndonos en todo momento al código de circulación de la Dirección General de Tráfico. Para lidiar con los segundos, tenemos que emplear la atención, conducir con los cinco sentidos, porque, ya que no podemos evitarlos, debemos estar preparados para resolverlos lo mejor posible y salir airosos.
Hasta aquí todo claro y universal.
Pues bien, en nuestro querido Principado, hay que añadir una nueva cualidad para poder transitar por nuestras carreteras con total garantía: la memoria.
La explicación es bien sencilla. Nuestra red provincial de carreteras, como todas, está señalizada vertical y horizontalmente. El primer tipo de señalización puede dar lugar a debates sobre la corrección/adecuación de las indicaciones. Pero el segundo tipo, la horizontal, las rayas pintadas en el suelo, no dan opción a otra cosa más que a la queja, pero con mayúsculas.
Hay tramos en los que las indicaciones sobre el asfalto deslumbran, y otros en los que brillan, pero por su ausencia. Y aquí es donde entra en juego la tercera cualidad, la memoria. Es en estos tramos de carretera donde tenemos que tirar de nuestros recuerdos para adivinar por donde discurre nuestro trayecto, vamos, lo que viene a ser conducir a palpu. Y para esto hay que estar muy entrenado, sobretodo en circunstancias de conducción adversas, como puede ser de noche, lloviendo, con niebla, o todo a la vez, nada raro en nuestra provincia.
Los conductores asturianos podemos dar gracias de tener la posibilidad de realizar un cursillo acelerado sobre este tipo de conducción, eso sí, sin monitores, a pelu, y es que somos unos auténticos fenómenos.
Lo único que quiero con estas líneas es dar un toque de atención a nuestras autoridades para que nos resuelvan este pequeño problema de seguridad vial, y para ello apunto dos posibles soluciones:
O se mejora la señalización horizontal de las carreteras.
O nos proporcionan monitores para el correcto aprendizaje de la conducción a palpu.
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