Igualdad con ánimo de lucro
No cabe duda de que aún no se ha creado una fórmula exacta para solventar desigualdades. También es indubitable que este mundo está a rebosar de ellas e indiscutible que somos partidarios de las distinciones.
Aludo en este caso al trascendental sexismo. Dirigiéndome directamente a las mujeres, y sin generalizar, diré que habéis creado del rechazo al machismo un feminismo igual de necio. A partir de la búsqueda de una equidad, han nacido otra clase de divergencias. Incluso leyes que nos benefician de forma directa. E aquí el problema: no se siente tan perjudicado el que reivindica cuando es el lucrado de la desigualdad.
El machismo sigue siendo un problema persistente y rutinario, pero este férreo feminismo no es la solución, si no otro más. No es ineludible desprestigiar cualquiera de los dos sexos para valorizar al otro. Tampoco hacer que el apodo "sexo débil" cambie de bando, si no que desaparezca.
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