La víctima es la población civil
Indignación es el sentimiento que acude a mi mente cuando echo un vistazo a la situación de los derechos humanos de millones de personas en el mundo que presenta Amnistía Internacional en su Informe Anual 2014/2015 recientemente publicado a nivel mundial.
Lo que más me frustra es la respuesta global, vergonzosa e ineficaz, a las atrocidades cometidas por estados y grupos armados en lugares como la República Centroafricana, Irak, Nigeria, Siria, Pakistán o Ucrania, por citar sólo algunos. Como suele ocurrir, la víctima es la población civil.
La guerra abierta contra el terrorismo ha llevado al agravamiento de las amenazas hacia la libertad de expresión y de reunión, como las nuevas infracciones tipificadas en leyes antiterroristas draconianas o el uso invasivo de la vigilancia masiva en internet. Y, por otra parte, el aumento de poder de grupos armados –como, por ejemplo, el Ejército Islámico–, les permite ejercer un control violento sobre la población (privándola de derechos y salvaguardias) y cometer atrocidades.
Respecto a la crisis humanitaria y de refugiados, la comunidad internacional sigue mirando para otro lado, y cierra sus fronteras sin proporcionar auxilio ni protección.
Aun pintando una situación tan cruda, el Informe de Amnistía Internacional deja un espacio para el optimismo. En palabras de Salil Shetty, su secretario general: “El panorama global de los Derechos Humanos es sombrío, pero hay soluciones. Los dirigentes mundiales deben tomar medidas inmediatas y enérgicas para evitar una inminente crisis global y acercarnos un paso más a un mundo más seguro en el que los derechos y libertades estén protegidos”. Y propone algo concreto: “Que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU renuncien a su derecho de veto en situaciones de genocidio, atrocidades masivas o crímenes contra la humanidad”.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo